Nuestros primeros antepasados anatómicamente modernos (‘Homo sapiens sapiens’) aparecieron al sur del río Zambeze, en África y permanecieron allí durante 70.000 años.

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Parece que el antiguo concepto de ‘cuna de la humanidad’ está profundamente diversificado en la actualidad, en la medida en la que los investigadores sitúan restos de homínidos muy antiguos en distintas partes de Europa, Asia y África.

Ahora, una nueva investigación viene a confirmar la evidencia clásica que teníamos de África como cuna de todos los seres humanos. En concreto, revela la ubicación exacta de los primeros humanos anatómicamente modernos, y lo ha hecho de una forma muy innovadora: combinando datos de ADN con un completo estudio climático.

Los científicos ya le habían puesto fecha a la aparición de los primeros Homo sapiens sapiens: en África hace unos 200.000 años. De lo que no estaban seguros era de la ubicación exacta. Ahora sabemos que los primeros humanos modernos proceden del paleohumedal Makgadikgadi-Okavango en África del sur, localizado actualmente al sur del río Zambeze, en el norte de Botsuana.

Este nuevo y emocionante dato ha sido aportado por un estudio internacional liderado por el Instituto Garvan de Investigación Médica en Australia, que ha analizado la distribución de la frecuencia cronológica, etnolingüística y geográfica de más de 1.000 mitogenomas (códigos completos de ADN mitocondrial) de actuales pobladores de África del sur.

El ADN mitocondrial: una cápsula del tiempo

África meridional alberga poblaciones contemporáneas que representan la rama más temprana de la filogenia genética humana. El ADN mitocondrial actúa como una ‘cápsula del tiempo’ de nuestras madres ancestrales, así que los científicos pudieron comparar muestras recogidas de pobladores actuales con las de estos humanos antiguos, el llamado linaje L0.

Como explica Vanessa Hayes, una de las autoras principales: “La comparación del código completo de ADN, o mitogenoma, de diferentes individuos proporciona información sobre cómo de cercana era esta relación». Finalmente, los resultados mostraron el aislamiento geográfico de descendientes al sur del río Zambezi en África.

Al establecer líneas de tiempo, frecuencias y dispersiones mitogenómicas, el estudio concluyó que el linaje surgió dentro del paleohumedal residual Makgadikgadi – Okavango del sur de África.

En concreto, la divergencia genética apunta a una existencia de 70.000 años del linaje antes de una dispersión fuera del hogar noreste-suroeste. Es decir, que los primeros humanos anatómicamente modernos (Homo sapiens sapiens) estuvieron asentados allí durante todo ese periodo de tiempo, antes de su dispersión.

No solo el estudio de ADN ha permitido obtener la localización de los primeros humanos modernos, sino también nos ha proporcionado datos sobre cuánto tiempo estos grupos de individuos poblaron la región, e incluso qué eventos climáticos propiciaron su salida, y hacia dónde. Las primeras migraciones de personas que parecen haber sido impulsadas por los cambios climáticos regionales.

El estudio continúa mostraron evidencias de una divergencia genética significativa en los sublinajes maternos más tempranos de los humanos modernos, lo que significa que nuestros antepasados ​​emigraron de la tierra natal entre 130.000 y 110.000 años atrás.

Esta región del sur de África tuvo un día el sistema de lagos más grande de África, el antiguo lago Makgadikgadi, un ecosistema idóneo para que la vida humana prosperara. Pero, a lo largo de los 70.000 años de asentamiento, la lenta oscilación del eje de la Tierra cambió la radiación solar de verano en el hemisferio sur, lo que llevó a cambios periódicos en las precipitaciones en el sur de África.

En concreto: los datos del modelo paleoclimático sugieren que el aumento de la humedad abrió corredores verdes, primero al noreste y luego al suroeste, y estos corredores verdes motivaron la exploración de algunos grupos de humanos. Hubo tres olas migratorias. Las dos primeras emigraron hacia ambos corredores del noroeste y suroeste; y la tercera permaneció en la misma región hasta hoy. Eso significa que hubo un núcleo originario que continuó prosperando en la región hasta hoy.

A su vez, la tierra nata de nuestros antepasados debió experimentar un periodo de sequía, provocado por la explotación sostenida del terreno durante los 70.000 años que duró el asentamiento.

«Estos primeros migrantes dejaron una población de origen. Finalmente, se adaptaron a las tierras secas y hoy se pueden encontrar descendientes maternos de la población original en la región del Kalahari», exponen los investigadores.

En conclusión: con estos datos, los científicos pudieron finalmente situar el origen de los primeros ‘Homo sapiens sapiens’ anatómicamente modernos en esta región de África, al sur del río Zambeze, ocupada durante 70.000 años, y a la que siguió una sequía que propició que los habitantes tuvieron que marcharse a poblar otras zonas más húmedas.

H/T – Muyinteresante