El mensaje se trata de un intrincado acróstico que entrelaza el trágico destino de la humanidad con el de Satanás.

No dejes de ver: Hallan en Alaska un mensaje en una botella de hace 50 años

Un mensaje secreto escondido entre los versos de ‘El paraíso perdido’ —la obra capital del poeta inglés John Milton— fue descubierto por una estudiante de grado de la Universidad de Tufts (EE.UU.) a más de 350 años de su publicación original.

Se trata de un acróstico, es decir, un recurso poético en el que las letras iniciales de varias líneas consecutivas, leídas en sentido vertical, forman un vocablo o frase. Es una técnica que suele emplearse para destacar un elemento de un valor más amplio para la narrativa o bien para hacer hincapié en el tema literario subyacente.

Pero a diferencia de otros ejemplos similares descubiertos anteriormente en el poema épico de Milton, este acróstico en particular no puede leerse de manera lineal sino que consiste en la palabra ‘fall’ (‘caer’) entrelazada tres veces consigo misma, anticipando el trágico destino de Adán y Eva, señala Miranda Phaal, la autora del descubrimiento, en un ensayo publicado en la revista Milton Quarterly.

El autor Stephen King asiste a la Gala Literaria PEN 2018 en el Museo Americano de Historia Natural de Nueva York.Stephen King aparece con un mate en una escena de ‘It: capítulo II’ y revoluciona las redes en Argentina

El pasaje en cuestión, donde Eva razona con Adám sobre el fruto prohibido, se encuentra en el Libro nueve de la composición y forma el acróstico ‘FFAALLAF’. El mismo contiene la palabra ‘fall’ —con cada letra duplicada— en sentido descendiente y una vez más la misma palabra ‘fall’ en sentido ascendiente.

De esta manera, el poeta parece advertir al lector que a pesar de su bondadosa apariencia, la serpiente esconde intenciones malignas que acabarán por provocar la expulsión de Adán y Eva del Edén.

Con ayuda de este patrón, Milton «entrelaza la doble caída del hombre (FFAALL) con la caída de Satanás», sugiere Phaal. Y concluye que, «en definitiva, el acróstico destila el poema entero hasta su esencia: tres caídas contingentes, dos paraísos perdidos».

H/T – RT