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Las familias, que usaron el material biológico de este ‘donante perfecto’ se horrorizaron al enterarse de que el presunto intelectual era un esquizofrénico con pasado criminal.

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Hace casi 20 años, un hombre de Estados Unidos decidió ganar dinero extra donando esperma. En el cuestionario del banco de esperma, se presentó como un hombre apuesto y atlético con un coeficiente intelectual muy alto. Sin embargo, después de 14 años se reveló que todo fue un engaño: en realidad, era esquizofrénico con tendencias suicidas y criminales. Durante este tiempo, embarazó a decenas de mujeres y se convirtió en el padre biológico de 36 hijos.

En 2000, Chris Aggeles, que en ese momento tenía 23 años, abandonó la universidad y empezó a trabajar como camarero en un restaurante en el estado de Georgia. Uno de sus compañeros de cuarto encontró un anuncio en el periódico estudiantil y pensó que el joven era un gran candidato.

Luego Aggeles contó que se trataba de una forma de ganar dinero y una oportunidad de conseguir algún tipo de estabilidad en la vida. «En cierto sentido, fue un honor para mí convertirme en donante. Se podría decir que me sentí especial», aseguró el hombre años después durante un podcast.

El joven se puso en contacto con el banco de esperma Xytex y completó un cuestionario para donantes. En su perfil, Aggeles indicó que tiene una licenciatura en Ciencias en Neurociencia, una maestría en Ciencias en Inteligencia Artificial y que está trabajando en un doctorado en neuroingeniería. Luego completó una encuesta de historial médico de seis páginas, donde escribió que estaba completamente sano, y señaló solo que su padre era daltónico.

El biomaterial de Aggeles tenía una gran demanda entre los clientes debido a su impresionante perfil, donde también indicó el parecido físico con el actor Tom Cruise. El joven resultó ser un donante prolífico y llegó a donar esperma hasta dos veces por semana.

Sin embargo, Aggeles ocultó un dato muy importante: en 1999 fue ingresado en un hospital psiquiátrico, donde le diagnosticaron esquizofrenia. Notó los primeros signos de la enfermedad en la escuela secundaria: antes de irse a la cama, escuchaba voces repitiendo su nombre.

Ahora, el hombre insiste en que no tenía esquizofrenia, sino una condición temporal conocida como trastorno esquizofreniforme. Tiene síntomas similares, pero no dura más de seis meses. Sin embargo, los documentos judiciales del caso abierto contra él indican el diagnóstico de esquizofrenia o psicosis esquizoafectiva.

En 2005, Aggeles fue condenado por robo. Se declaró culpable y pasó ocho meses en prisión. También tenía tendencias suicidas: en 2014 entró a un polígono de tiro y pidió que le alquilaran una pistola porque quería matarse.

La verdad sale a la luz

En 2014, empleados de Xytex Corp revelaron accidentalmente los datos de contacto y el correo personal de Aggeles en comunicaciones con varias familias que usaron su esperma. Algunos clientes curiosos querían conocer al padre biológico de sus hijos y comenzaron a buscar información sobre él en Internet.

Las familias se horrorizaron al enterarse de que el presunto intelectual del cuestionario era un esquizofrénico con pasado criminal. La verdad les provocó temores de que sus hijos pudieran heredar trastornos mentales y tendencias delicitivas de su padre.

Cuando la clínica se puso en contacto con Aggeles, el hombre sufrió un ataque de nervios. Se arrepintió de todo, fue a la comisaría y admitió que engañó a los empleados del banco de esperma. No obstante, el sujeto no acusó a la clínica de divulgación ilegal de datos personales.

Aggeles, que tiene ahora 43 años, se convirtió ilegalmente en padre biológico de 36 hijos. Espera que las familias y los niños involucrados en esta historia puedan encontrar la fuerza para perdonarlo. «Lamento haber traicionado su confianza, fue un acto vil y no estoy orgulloso de ello. Realmente me siento fatal», admite ahora.

Víctimas

Desde 2016, parejas afectadas de EE.UU., el Reino Unido y Canadá han presentado una decena de demandas contra el banco de esperma que no verificó la biografía del donante. Las familias culpan a la clínica por la presentación falsa no solo de Aggeles, sino también de otro donante. En cada caso, las decisiones de los jueces fueron diferentes.

Una de las víctimas, Wendy Norman, de Peachtree City, usó el biomaterial de Aggeles en 2002. Ella recuerda cómo estaba seleccionando un potencial padre para un niño por nacer y encontró su perfil. Quedó impresionada por su nivel intelectual y aspecto físico.

Como resultado, Norman se decidió por este donante, quedó embarazada con éxito y dio a luz a un hijo, al que llamó Alex. No ocultó al niño quién era su padre biológico y le mostró el perfil del donante en el sitio web de la clínica.

Ambos no pudieron creer cuando descubrieron quién era realmente este donante, reseña Medium. A la familia le preocupa que a Alex también se le pueda diagnosticar esquizofrenia hereditaria. Según su madre, padece un trastorno mental desde la escuela primaria.

¿De qué lado está la justicia?

En noviembre de 2017, Wendy Norman y su pareja Janet demandaron al banco de esperma, acusando a la clínica y a dos de sus empleados de fraude, negligencia, publicidad engañosa por descuido, así como de venta de mercadería de baja calidad y violación de garantías por obligaciones. Xytex se niega a admitir su culpa.

La declaración de Norman llegó a la Corte Suprema del estado de Georgia. Según el expediente, a Alex le diagnosticaron un trastorno por déficit de atención con hiperactividad y una enfermedad genética de la sangre heredada de su padre. Además, en el pasado fue hospitalizado por tendencias suicidas, que también se vieron en su padre biológico.

Norman acusó al banco de esperma de publicitar el perfil de un criminal con trastornos mentales, haciéndose pasar por un donante de esperma educado, sano y talentoso. Sin embargo, el abogado de Xytex, Ted Lavender, afirmó que la madre no podía reclamar daños a pesar de la publicidad falsa y el incumplimiento del biomaterial vendido.

El letrado explicó que la demandante no solo quiere recuperar los aproximadamente 1.600 dólares pagados por el esperma, sino que también busca una indemnización por el cuidado de por vida de Alex.

De esta manera, la demanda se interpretó como si el mismo nacimiento hubiera infligido un trauma al niño, por lo que los jueces del estado de Georgia se negaron a admitir la querella contra la clínica.

El 28 de septiembre de 2020, la Corte de Apelaciones de Georgia apeló en parte la decisión de la Corte Suprema. Los representantes de Xytex continúan insistiendo en que la demanda plantea la cuestión del nacimiento ilícito, que no está fundamentada bajo la ley del estado.

Las audiencias judiciales en el caso Norman siguen en curso.

H/T – Actualidad