Una serie de análisis con técnicas de imágenes multiespectrales han sacado a la luz unos textos desconocidos, que se creen que pueden pertenecer al Libro de Ezequiel.

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Los Manuscritos del Mar Muerto siguen dando mucho de qué hablar. Uno de los descubrimientos arqueológicos más importantes de los últimos años continúa ofreciendo datos desconocidos hasta la fecha, después de que ahora un equipo de expertos haya encontrado lo que parecen ser textos perdidos en unos documentos que se pensaba que estaban en blanco. Un análisis con técnicas de última generación han revelado este increíble hallazgo.

Fue en el año 1946 cuando, por casualidad, se encontraron en las Cuevas de Qumran, en Cisjordania, más de 900 manuscritos. Escritos por una antigua secta judía conocida como los Esenios, estos pergaminos han sido estudiados cuidadosamente durante más de 70 años para descubrir qué tipo de información contenían: hasta la fecha, se han encontrado versiones de la Biblia, calendarios, informaciones astronómicas e, incluso, normas de comportamiento en la civilización.

A simple vista, los expertos pronto descubrieron que había una serie de rollos de pergamino que parecían vacíos, sin ningún tipo de información escrita. De hecho, en la década de los cincuenta, Jordania regaló algunos de estos documentos a Ronald Reed, un experto de la Universidad de Leeds (Inglaterra), para que analizase su composición química. Al estar en blanco, siempre se consideraron para pruebas científicas, pero lo que nadie podía esperar es que en realidad guardaran un secreto.

Tras hacer las pruebas más avanzadas de aquella época, la colección fue donada a la Universidad de Manchester en 1997 y, al ser documentos vacíos, se almacenaron sin más. Ha sido ahora cuando una profesora del King’s College de Londres llamada Joan Taylor accedió a estos rollos para descubrir algo extraño: ataviada con una lupa, le dio la impresión de estar viendo alguna letra suelta sobre el blanco pergamino. Fue entonces cuando decidió comenzar a investigar.

«Pensaba que podría estar imaginándomelo. Pero entonces parecía que otros fragmentos también contenían letras muy desvaídas», aseguró en un comunicado. Tras recibir los permisos correspondientes, Taylor estudio cincuenta y uno de estos pergaminos que parecían blancos a simple vista. A través de una técnica de imágenes multiespectrales -basada en varias longitudes de onda para capturar imágenes difíciles de ver- pronto descubrió que no eran imaginaciones suyas.

La palabra ‘Sabbat’

Los análisis detallaron que buena parte de estos cincuenta y un rollos contenían líneas regladas y vestigios de letras, pero solo cuatro de ellos contenían texto hebreo o arameo. El más especial es uno en el que se pueden leer cuatro líneas de texto, con un total de 16 letras completas o parcialmente conservadas y en los que se lee la palabra ‘Sabbat’, la palabra hebrea para el sábado. Este hecho, además de otras letras encontradas, sugieren que puede tratarse del Libro de Ezequiel.

«Solo había unas pocas letras en cada fragmento, pero son como piezas perdidas de un rompecabezas que encuentras debajo de un sofá», explica Taylor. En muchos casos, estos documentos que se creían en blancos pudieron contener información tiempo atrás, pero el paso de los años podría haber borrado cualquier vestigio de tinta y haberlo hecho desaparecer al ojo humano. Por eso, los expertos no descartan seguir haciendo pruebas con el objetivo de encontrar más textos perdidos.

De hecho, esta no es la primera vez que ocurre algo similar con los Rollos del Mar Muerto, pues ya en el año 2018 otro grupo de investigadores encontró en otra serie de rollos hallados en Qumran una serie de letras y palabras hebreas que no se veían a simple vista, pero que ayudados por técnicas de luz infrarroja terminaron por salir a la luz. Textos de un pasado que vuelvan aparecer ante nuestros ojos gracias a las técnicas más novedosas.

H/T – Elconfidencial