Descubren que uno de los planetas del sistema TRAPPIST podría ser habitable, debido a que los astrónomos hallaron que el núcleo de este planeta es de hierro, similar al de la Tierra.

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En febrero de 2017, un equipo de astrónomos europeos anunció el descubrimiento de un sistema de siete planetas en órbita alrededor de la estrella TRAPPIST-1. Desde entonces, se han llevado a cabo múltiples estudios para determinar si alguno de estos planetas podría ser habitable o no.

Ahora, un equipo de investigadores del Cool Worlds Laboratory de la Universidad de Columbia (EE. UU.) han determinado que uno de los planetas TRAPPIST-1 (TRAPPIST-1e) tiene un gran núcleo de hierro, un hallazgo que podría tener implicaciones para la habitabilidad de este planeta.

Los expertos usaron mediciones de masa y radio de los planetas TRAPPIST-1 para inferir la fracción mínima y máxima del radio del núcleo (CRF) de cada planeta. «Si se conoce la masa y el radio con mucha precisión, como en el sistema TRAPPIST-1, se pueden comparar con los modelos teóricos de estructura interior previstos», explica David Kipping.

Determinaron que el tamaño mínimo del núcleo de seis de los planetas TRAPPIST-1 era esencialmente cero. Esto significa que sus composiciones podrían explicarse sin tener necesariamente un núcleo de hierro, por ejemplo, un manto de silicato puro.

Pero en el caso de TRAPPIST-1e, hallaron que su núcleo debe comprender al menos el 50% del planeta por radio, y como máximo, el 78%.

Comparándolo con nuestro planeta, el núcleo está compuesto por una capa interna de hierro y níquel sólidos, y un núcleo exterior líquido de hierro y níquel fundidos, que comprenden el 55% del radio de la Tierra.

Tras hacer sus cálculos, los astrónomos concluyeron que debe haber un núcleo denso, comparable con la Tierra en TRAPPIST-1e. Este hallazgo podría significar que, de todos los planetas de este sistema, este es el más «parecido a la Tierra» y es probable que tenga una magnetosfera protectora. Además, solo se encuentra a 39 años luz de distancia de la Tierra.

Como indicó Kipping, esto podría tener implicaciones enormes en lo que respecta a la búsqueda de exoplanetas habitables, y podría colocar a TRAPPIST-1e en la parte superior de la lista.

«Esto es lo que más me emociona más sobre TRAPPIST-1e. Este planeta es un poco más pequeño que la Tierra, se encuentra justo en la zona habitable y ahora sabemos que tiene un gran núcleo de hierro como la Tierra. También sabemos que no posee una envoltura volátil ligera gracias a otras mediciones. Además, TRAPPIST-1 parece ser una estrella más tranquila que Proxima, así que soy mucho más optimista sobre TRAPPIST-1e como biosfera potencial que Proxima b en este momento», indica Kipping.

Mientras que el descubrimiento de Proximab fue realizado por astrónomos en ESO usando el Método de Velocidad Radial, esta campaña fue significativa al llamar la atención sobre la probabilidad de encontrar planetas terrestres, potencialmente habitables, alrededor de las estrellas cercanas de tipo M (enana roja).

En el futuro, Kipping y su equipo también esperan realizar estudios de Proxima b para determinar si tiene atmósfera y determinar cuál podría ser su Fracción Mínima y Máxima del Radio del Núcleo.

H/T – MuyInteresante