El presidente estadounidense, Donald Trump, se describe como «un genio estable» en respuesta al debate sobre su salud mental y su capacidad para estar al frente de la Casa Blanca.
«Ahora que esa colusión Rusa, después de un año de intenso estudio, se ha probado como un engaño total al pueblo estadounidense, los demócratas y sus perritos falderos, los grandes medios de falsas noticias, están sacando el viejo manual de Ronald Reagan y chillando estabilidad mental e inteligencia», escribió en su perfil de Twitter.
«Realmente, a lo largo de mi vida, mis dos grandes activos han sido la estabilidad mental y ser realmente listo. La deshonesta Hillary Clinton también jugó estas cartas muy fuerte y, como todo el mundo sabe, se fue abajo en llamas», agregó en otro tuit.
«Pasé de MUY exitoso hombre de negocios, a estrella de la televisión, a presidente de Estados Unidos (en mi primer intento). Creo que eso calificaría no como listo, sino genio…y un genio muy estable», concluyó en un tercer mensaje en la red social.
De esta forma, el presidente Trump entró en un debate que arrastra desde la campaña electoral y que volvió a Washington recientemente a raíz de la publicación de un incendiario libro titulado «Fire and Fury» («Fuego y Furia»), de Michael Wolff.
Wolff sostiene en su obra que el objetivo de Trump en la campaña electoral de 2016 no era llegar a ser presidente, sino potenciar su marca; y que sus asesores no confiaban en el mandatario.
«Todos dicen que es como un niño. Dicen que es un imbécil, un idiota. Hay una competición para llegar al fondo de quién es este hombre (…) Este hombre no lee, no escucha. Es como un ‘pinball’, virando a todas partes», señaló el periodista a la NBC.
Al ser consultado sobre la salud mental del presidente, Wolff respondió con una cita de algo que supuestamente le dijo el ex estratega jefe Steve Bannon en una de sus conversaciones: «La ha perdido (la cabeza)».
El pasado febrero, un grupo de 35 psicólogos, psiquiatras y trabajadores sociales envió una carta al periódico «The New York Times» en la que mostraba su preocupación por «la inestabilidad emocional» de Trump, que según afirman lo «incapacita para servir de manera segura como presidente».
«Sus palabras y su comportamiento sugieren una profunda incapacidad para empatizar. Individuos con este tipo de rasgos distorsionan la realidad, para que se adapte a su estado psicológico, y atacan los hechos y a quienes los transmiten, como periodistas y científicos», aseguraban.
H/T – Informe21
