Si te gusta el vino, existen algunos datos que debes conocer para conservarlo en buen estado durante largos periodos de tiempo.

1. Guardar vinos en la cocina o despensa

Las altas temperaturas, los humos y los olores de otros alimentos afectan muy negativamente al vino.
Por tanto, almacenar otros alimentos (especialmente embutidos, quesos u otros perecederos) con el vino, aunque no estén en la cocina, transmitirán al vino.

2. Guardar vinos en el exterior

Guardar vinos en la terraza o en el exterior es letal para el vino. Los cambios extremos de temperatura del exterior perjudicará con toda seguridad a los vinos, consiguiendo estropearlos en muy poco tiempo.

3. Guardar vinos en el comedor

Aunque pueda resultar muy bonito, el ruido, la luz, el calor humano y los olores perjudicarán al vino. La mejor alternativa es usar una habitación independiente para guardar el vino (una bodega) o bien un pequeño armario climatizado.

4. Guardar blancos, rosados y cavas, más de 2 años

En general, no se debe guardar blancos y rosados jóvenes, y sobre todo cavas, más de dos años, y finos y manzanillas más de un año, porque posiblemente los beberemos ya en su época de declive.

5. Mover las botellas

Mover violentamente las botellas cuando las manipulemos o las traslademos, pues el vino es débil y puede sufrir daños por ello.
Instalar luz artificial potente o directa en la bodega y, en cualquier caso, mantener las luces de la bodega abiertas más de lo absolutamente imprescindible.

Tampoco es recomendable guardar las botellas unas encima de las otras, teniendo que mover muchas de ellas para alcanzar una determinada.

6. No limpiar las botellas

No limpiar nunca la bodega es negativo para el vino. El polvo, moho, telarañas y la suciedad en general es perjudicial para el vino, pese a qué erróneamente mucha gente valore las botellas con polvo. Tampoco se trata de efectuar una limpieza «reluciente»; No hay que limpiar las botellas con lejías o detergentes de fuerte olor, que seguro afectará al vino. Simplemente limpiar con un paño seco y limpio, procurando moverlas lo menos posible.

7. No beber el vino

Una tontería que ocurre muchas veces: guardamos los vinos y no los bebemos. Dejar que los vinos lleguen a su declive sin haberlos bebido, por afán coleccionista o por simple descuido, es un error mucho más común de lo que parece. Los vinos tienen un periodo óptimo de consumo, durante el cuál deben beberse. Para evitar que se nos pase dicho periodo es conveniente anotar o llevar un registro de botellas y consumos óptimos.

H/T vinetur.com