Los chinos no descansan, pues ahora, el gigante asiático se embarca en la carrera espacial con una serie de proyectos que se dirigirán a la Luna y Marte, principalmente.

Por lo visto, China no sólo aspira a ser una superpotencia en la Tierra, sino también fuera de ella, pues además de construir una estación espacial y lanzar una sonda a Marte en 2020, Pekín quiere mandar un hombre al satélite terrestre.

Y ya está embarcada a ello; durante los próximos meses, dicho programa recibirá un impulso decisivo porque el autoritario régimen de Pekín se ha propuesto disputarle la conquista de las estrellas a Estados Unidos y Rusia.

En primer lugar, a mediados de septiembre, será puesto en órbita el laboratorio espacial ‘Tiangong 2′, el cual servirá para probar la habitabilidad y mantenimiento de la futura estación que China quiere construir para que gravite alrededor del planeta , donde se acomplará la sexta misipon tripulada de China.

A bordo de la nave ‘Shenzhou 11′, dos astronautas viajarán hasta este laboratorio, donde permanecerán durante un mes efectuando diversos experimentos científicos. Esta experiencia resultará vital para preparar las condiciones de vida en la estación espacial que Pekín quiere empezar a construir a partir de 2018, cuando ponga en órbita su módulo principal. Una vez terminadas en 2020 se podrá acoplarse un telescopio espacial con la misma resolución que el famoso ‘Hubble’, pero con un campo de visión 300 veces mayor.

Hacia 2022, su estructura será ampliada con otros dos módulos para experimentos científicos, con el fin de que los cosmonautas puedan permanecer en la estación hasta medio año. Además, Wu Ping, subdirector de la ‘Agencia Espacial de Misiones Tripuladas de China’, anunció que esta estación se abrirá a la cooperación con otros países.

Tras poner en órbita la sonda ‘Chang´e 1 alrededor de la Luna en 2007, Pekín desplegó sobre su superficie un vehículo de seis ruedas llamado Yutu, en 2013, con el objetivo de tomar fotografías y buscar recursos minerales, además de suponer el regreso de una nave humana a la Luna desde que terminaran las misiones espaciales regulares de los cohetes estadounidenses Apolo en 1972.

Mientras que la última sonda no tripulada que se posó sobre su superficie fue la soviética Luna 24 en 1976. Casi cuatro décadas después, China se convertía así en la tercera nación del mundo en llegar a la Luna, adonde quiere enviar un astronauta a partir de 2020.

Además, China baraja la posibilidad de enviar una sonda de exploración a Marte, también en 2020, con el propósito de estudiar su superficie y atmosfera y buscar posibles signos de vida.

China-Luna-Marte

‘H/T – abc’