Desde hace seis años, Xu Bingyang, un niño chino de 12, lleva en sus espaldas a la escuela a su compañero de clase y mejor amigo Zhang Ze, que padece una rara enfermedad que le impide moverse con normalidad.

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Cuando las cosas van mal, el mejor apoyo que una persona puede tener es la familia y un buen amigo. La amistad se demuestra en los momentos difíciles, ante las adversidades. Bien sabe de ello Xu Bingyang, un niño chino de 12 años, que desde hace seis, lleva en sus espaldas a la escuela a su compañero de clase y mejor amigo Zhang Ze, que padece una enfermedad que le impide caminar normalmente.

Xu Bingyang, un niño con muy buen corazón, también ayuda a su amigo a buscar el almuerzo y moverse entre las aulas para asistir a diferentes clases. La verdadera amistad entre estos dos pequeños de la ciudad de Meishan, en la provincia de Sichuan, al suroeste de China, fue difundida por los medios locales Sichuan Online y Xinhu y recogido por el «Daily Mail», convirtiéndose rápidamente en viral.

Xu, que es mucho más alto y más fuerte que Zhang, contó a los reporteros que para él era un placer ser el «bastón» de su amigo y que no se le hace difícil levantar a su amigo. «Peso más de 40 kilos mientras que Zhang Ze solo pesa unos 25 kilos, así que está bien que lo lleve»

El otro niño se muestra plenamenta agradecido de tener un amigo tan solidario. «Xu Bingyang es mi mejor amigo. Todos los días él estudia conmigo, charla conmigo y juega conmigo. Le agradezco por cuidarme así todos los días», ha relatado Zhang, que junto a Xu estudian sexto grado en la escuela primaria central de Hebazi Town, en el condado de Qingshen.

Zhang fue diagnosticado a los cuatro años de una enfermedad conocida como hipotonía muscular, que hizo que el pequeño perdiera todo el control de sus músculos en sus piernas y no puede caminar por su cuenta. Pero Xu se erigió como su salvador y ha podido ir a estudiar como cualquier otro niño. Consideraba que era su responsabilidad. «Soy más grande que él. Pensé que si no lo ayudaba, nadie más lo haría», ha contado.

Para recorrer 70 metros con Zhang montado en su espalda, Xu tarda unos tres minutos. Llueve o truene siempre se repite el proceso y cada vez que hay escaleras a la vista Xu se prepara para cargarlo. Pero no solo eso. También ayuda a Zhang a rellenar su botella de agua, entregar su tarea e ir al baño.

«Durante tantos años, [Xu] ha seguido haciendo buenas obras y nunca se ha quejado frente a los maestros y compañeros de clase», dijo la maestra a Sichuan Online, añadiendo que Xu es muy trabajador, realista y muy maduro. Al parecer, ni siquiera la madre de Xu sabía del comportamiento desinteresado de su hijo al principio.

Ella dijo que su hijo tímido nunca había hablado de su acción en la familia y que solo se enteró por los otros alumnos. Hablando de su futuro, Xu dijo que su mayor deseo era continuar ayudando a otros a su alrededor y ofrecerse como voluntario para la sociedad cuando crezca.

H/T – ABC