Recientes estudios han demostrado que sí, pero no porque obtienes mejores calificaciones en la escuela, si ves una materia referente, te sorprenderá saber todas las implicaciones cognitivas que tiene aprender un nuevo idioma y llegar a ser fluido en él…
Estudios hechos con personas bilingües prueban que estos suelen tener mayor flexibilidad cognitiva, es decir, pueden relacionar conceptos con mayor facilidad; también suelen ser más atentos, tener mejores habilidades de escucha que los monolingües, se les facilita ver las cosas desde diferentes perspectivas, y se adaptan mejor al cambio.
Pero no piensen que esto aplica únicamente a los niños o adolescentes… Resulta que el simple hecho de estar expuesto constantemente a más de un idioma ayuda a mejorar estas habilidades, aunque, por supuesto, el resultado es mejor cuanto más fluido sea el dominio. Investigaciones realizadas en Europa demostraron que incluso bebés de 7 meses de edad, expuestos a dos idiomas desde su nacimiento, demuestran aptitudes más desarrolladas en cuanto a la inspección del ambiente y adaptación a nuevos estímulos.
Resulta que aprender un idioma nuevo, no solo es bueno a la hora de buscar trabajo y viajar, se ha comprobado que puede ser un gran ejercicio cerebral, pues requiere asociar conceptos y constructos desde diferentes perspectivas, esto podría ayudar a tu cerebro a la hora de luchar contra enfermedades con el Alzheimer y otras demencias.
Así que ya sabes, si pensabas que aprender un nuevo idioma era una pérdida de tiempo y dinero, o lo hacías simplemente por obligación, aprovecha esta increíble oportunidad, pues no solo incrementarás tus habilidades sociales y se te abrirán increíbles puertas laborales, sino que además, tu cerebro te lo agradecerá.
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