El mecanismo, conocido como «motor imposible» por sus propiedades que ni los científicos logran definir completamente, batió un récord de empuje nunca antes conseguido por un propulsor Hall, lo que según explican los expertos nos acerca cada vez más a los viajes a Martes.

El motor logró 5,4 newtons de fuerza en comparación con el antiguo récord de 3,3 newtons. También mejoró de manera notable la intensidad de corriente eléctrica (250 amperes frente 112) y ligeramente la potencia (102 kilovatios frente a 98).

La exitosa prueba fue la culminación de más de cinco años de investigación que tenían como objetivo principal reducir los tiempos de viaje y la cantidad de combustible necesario para grandes misiones espaciales.

Denominado X3, se trata de uno de los tres prototipos que la NASA está desarrollando para futuras misiones tripuladas a Marte, todos ellos destinadas a reducir los tiempos de viaje y la cantidad de combustible necesario.

Según informa ‘Science Alert’, la prueba fue realizada por Scott Hall (un estudiante de doctorado en ingeniería aeroespacial en la Universidad de Míchigan) y Hani Kamhawi (un científico de la NASA que ha estado muy involucrado en el desarrollo del X3) en el Centro de Investigación Glenn de la NASA en Cleveland, EE.UU.

El motor funciona al convertir pequeñas cantidades de propulsor (generalmente gases inertes como el xenón) en plasma cargado con campos eléctricos, que luego se acelera muy rápidamente utilizando un campo magnético. Una de las ventajas con las que cuenta el propulsor es que puede alcanzar velocidades máximas utilizando una pequeña cantidad de combustible, al contrario de los cohetes químicos.

Sin embargo, probar este tipo de propulsores en la Tierra no es nada sencillo, ya que se necesita una cámara de vacío con la suficiente capacidad para instalar el motor. A comienzos de 2018, el equipo planea realizar más pruebas en el laboratorio de Gallimore utilizando una cámara de vacío mejorada.

H/T – RT