Las características sexuales de esta planta de tomate silvestre son tan extrañas que ha confundido a los botánicos durante décadas.

No dejes de ver: Hallan el fósil de unos tomatillos de 52 millones de años

Y un nuevo estudio confirmó que se trata de una especie diferente con una sexualidad «fluida»: sus flores pueden ser femeninas, masculinas o ambas cosas a la vez.

Pero lo más extraño es que esta planta de Australia cambia su expresión sexual de forma impredecible.

Los autores del estudio, de universidades en Australia y Estados Unidos, llamaron al tomate Solanum plastisexum. La primera palabra, Solanum, la que se refiere al género de la planta, es la misma que el de las berenjenas y las papas.

Y la segunda parte del nombre, plastisexum, es un término derivado del griego y latín que podría traducirse como «sexo cambiable».

La planta también es conocida por su nombre común, tomate de Dungowan (un establecimiento ganadero cercano).

El 85% de las plantas tienen flores que son bisexuales, es decir, que tienen en una misma flor órganos masculinos y femeninos, explicó Chris Martine, investigadora de la universidad de Bucknell en Pensilvania, Estados Unidos, y una de las autoras del estudio.

Y el 15% restante presenta todo tipo de posibilidades, incluyendo flores unisexuales o plantas que son completamente masculinas o femeninas.

«En general una determinada planta solo muestra un tipo de expresión sexual», señaló Martine.

Pero en el caso de Solanum plastisexum, «nunca sabes qué te vas a encontrar».

«Esto me ha desconcertado también a mí», escribió un botánico en un espécimen de herbario de la planta.

El tomate silvestre de Australia había sido observado por primera vez en la década del 70 en un sitio remoto en el norte del país.

Pero sus características sexuales desafiaron cualquier clasificación y la planta permaneció sin nombre y a la espera de estudios más completos.

Especímenes de herbario de esa época están llenos de anotaciones de botánicos que se refieren a las dificultades de identificar el sexo de la planta.

Los científicos esperan ahora analizar el ADN de la planta para encontrar pistas en su evolución que expliquen su extraño comportamiento.

«Para nosotros el nombre de la planta no solo refleja la diversidad de las formas sexuales de esta especie», escribieron los autores en el estudio publicado en la revista PhytoKeys.

«También es un reconocimiento de que esta planta es un modelo de la fluidez sexual presente en el Reino Vegetal, en el que está presente todo tipo de forma reproductiva imaginable».

Para los autores del estudio, el tomate silvestre de Australia representa además una prueba de que intentar reconocer características sexuales «normales» en los seres vivo del planeta es problemático.

Los científicos concluyen que «cuando consideramos la variedad de la vida en la Tierra, la noción de que existe una constante de expresiones sexuales binarias, con dos formas distintas y desconectadas, es fundamentalmente una falacia».

H/T – BBC