Investigadores descubren que los incas fueron los mejores cirujanos de cráneo en América Antigua.

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La historia peruana narra que en el antiguo Perú, algunas civilizaciones eran famosos por ser expertos en la trepanación, una cirugía que consiste en agujerear el cráneo por razones médicas, sin anestesia moderna y antibiótico. Este proceso se practicó durante miles de años en diversas civilizaciones del mundo, pero no todos los pacientes sobrevivían a esa operación.

De estas civilizaciones, los incas fueron los más sofisticados en la trepanación, con un éxito de hasta el 80%, en comparación con el 50% de operaciones exitosas registrado durante la Guerra Civil Americana, unos 400 años después, reveló un estudio de David Kushner, neurólogo de la Universidad de Miami (Florida) y John Verano, un bioarqueólogo de la Universidad de Tulane en Nueva Orleans (Louisiana).

Los estudios fueron publicados recientemente por la revista Science y expusieron el método de Kushner y Verano, quienes estudiaron 59 cráneos de la costa sur de Perú fechados entre los años 400 y 200 antes de Cristo, 421 de las tierras altas centrales del Perú que datan del 1000 hasta el 1400 de la era actual y 160 que fueron conseguidos alrededor de Cusco, que datan de su época como capital del Imperio inca, entre 1400 y 1500.

La trepanación era una cirujía que realizaban los incas después de una lesión traumática, donde las fracturas del cráneo eran aliviadas evitando la presión sobre el cerebro. Pero consideran, luego del estudio, que es posible que los incas también practicaban esta cirugía para tratar dolores de cabeza crónicos o enfermedades mentales.

“Los resultados fueron sorprendentes”, dice Kushner, citado por Science. Precisó que solo el 40 % del primer grupo sobrevivió a las operaciones, 53 % lo hicieron en el segundo y entre 75 y 83 % durante el período Inca.

Estos resultaron evidenciaron “más de 1.000 años de refinación de sus métodos”, menciona Corey Ragsdale, un bioarqueólogo de la Universidad del Sur de Illinois. En el estudio, notaron también que la técnica mejoró, dando como resultado orificios más pequeños y menos corte o perforación.

Al comparar con los resultados de las operaciones de los médicos de la Guerra Civil Americana (1861–1865), revelaron que en esa época entre el 46 % y el 56 % de los pacientes sometidos a cirugía craneal murieron, en comparación con el 17%-25 % de los pacientes de la era inca.

H/T – Extra