Lo mejor es comenzar a hablar con nuestros hijos sobre la sexualidad en los primeros años de su niñez, sin embargo, nunca es demasiado tarde para empezar.
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Los padres que hablan con sus hijos realmente hacen que la experiencia sea diferente. Incluso, los adolescentes suelen contar a sus padres como la mayor influencia en sus decisiones sobre este tema. Además, los adolescentes que relatan tener buenas conversaciones con sus padres sobre la sexualidad son más propensos a posponer la actividad íntima, a tener menos parejas y a utilizar preservativos y otros métodos anticonceptivos cuando tienen relaciones íntimas.
Podemos ayudar a nuestros hijos a tratar temas relacionados con la sexualidad, desde que son pequeños y durante toda su vida; tomando en consideración que la sexualidad incluye una amplia gama de temas, como el del cuerpo masculino y femenino y cómo funcionan, el desarrollo humano, la reproducción, tipos de relaciones, en qué consisten una relación sana y una enfermiza, conducta sexual, cómo evitar el embarazo y cómo prevenir las enfermedades de transmisión sexual.
Cabe destacar que algunos estudios muestran que los adolescentes son más activos en este sentido que lo que sus padres imaginan, incluso, a los 19 años, siete de cada diez adolescentes han tenido relaciones íntimas. Asimismo, en Estados Unidos, dos mil adolescentes quedan embarazadas por día, mientras que un gran número de estos adolescentes presentan tasas muy elevadas de infecciones de transmisión sexual.
Así que los padres, realmente, marcan una diferencia. Podemos hablar con nuestros hijos, construir relaciones sólidas con ellos y fijarles expectativas y límites claros. Éstas son formas comprobadas en que podemos ayudar a prevenir el embarazo adolescente, reducir las posibilidades de los jóvenes de contraer enfermedades y asegurarnos de que llevan una vida sana y gratificante.
H/T – Plannedparenthood
