Comer apurado tiene consecuencias negativas para tu organismo y después de leer este artículos querrás dedicarle más tiempo a ese momento del día.

Para muchas personas, comer apurado es algo habitual, pero es un hábito dañino para la salud. Tomarse el tiempo para comer saboreando cada bocado, sin distracciones, si bien puede ser un lujo para muchos por presiones en el trabajo o en casa, debiera ser la rutina.

Según un estudio presentado en California, durante la reunión anual de la Asociación de Cardiología de Estados Unidos, ingerir alimentos con calma es fundamental para la salud.

Resulta que devorar la comida con rapidez aumenta cinco veces el riesgo del llamado síndrome metabólico. ¿De qué se trata? De un término genérico que describe enfermedades como obesidad, presión alta y niveles elevados de colesterol.

El problema es que al comer rápido no le damos a nuestro cerebro el tiempo suficiente para registrar que estamos satisfechos.

El análisis fue presentado por el cardiólogo Takayuki Yamaji, de la Universidad Hiroshima en Japón, quien siguió durante cinco años a más de mil personas (642 hombres y 441 mujeres) consideradas «saludables».

Para su trabajo, Yamaji dividió a los individuos en tres grupos de acuerdo a la velocidad con que ingerían sus alimentos.

Durante el período de cinco años, el 11,6% de los que comían más rápido desarrollaron síndrome metabólico.

El porcentaje fue considerablemente mayor que el registrado en los otros dos grupos. Entre quienes ingerían alimentos a velocidad media el riesgo fue de 6,5% y en el caso de los que comían más despacio se redujo aún más: 2,3%.

«Comer más despacio sería un cambio en el estilo de vida que es crucial para prevenir el síndrome metabólico (…) Comer rápido causa además fluctuaciones en los niveles de glucosa que pueden llevar a la resistencia a la insulina», afirmó Yamaji en California.

 

Yamaji agregó que el síndrome metabólico es una de las causas de enfermedades cardiovasculares.

H/T – BBC