Una abuelita llamada Sadie Sellers, de 79 años de edad, con ayuda de una de sus nietas, se escapó del asilo donde vive para ir a tatuarse.

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Un día su hijo Tony Sellers fue a visitar a su madre en el asilo en Irlanda. Cuando llegó se dio cuenta de que su madre no estaba. Sadie no le avisó a nadie a donde saldría, lo único que sabía el personal es que había sido visitada por una de sus nietas, Samantha.

Al cabo de un par de horas de seguir su rastro, Tony encontró a su madre en un estudio de tatuajes. Sadie había decidido escaparse para realizarse su primer tatuaje junto a su nieta.

Después de ver a que su nieta Samantha tenía un tatuaje, esta abuelita se inspiró para tener el suyo propio. El diseño que eligió fue un sencillo y dulce tatuaje en forma de corazón.

“Cuando llegas a mi edad, solo tienes que vivir la vida todos los días” dijo Sadie a The Mirror.

Esta historia nos deja una lección de aprovechar el tiempo que tenemos y no dejar las cosas para el último. Siempre hacer lo que nos haga más felices.

H/T – Nation