Kadir Demirel, un barbero de Estambul, ha abandonado las tijeras y ha optado por una técnica más inusual: rociar líquido inflamable en el cabello de su cliente y prenderle fuego. Lo más increíble es que una gran cantidad de personas, valientes, por cierto, van a las manos de Kadir.
No dejes de ver: ¡Joshua! el barbero que trabaja gratis para los mendigos en Londres. Conoce su historia…
Kadir Demirel, que dirige Kapsalon en Estambul, ha abandonado las tijeras y ha optado por una técnica más inusual y es rociar líquido inflamable en el cabello de su cliente y encenderlo.
Las imágenes tomadas dentro del salón muestran a Kadir usando un peine para cepillar el pelo de un cliente mientras aún está encendido y humeante.
Cabe destacar que no debería hacer falta decir que esto no debería intentarse en casa.
El hombre de 39 años dijo: “Aprendí esta técnica durante mi entrenamiento de peluquería en Turquía.
“Tradicionalmente se utilizaba como una forma de quemar los piojos cuando no había cura y también se usaba para peinar y suavizar el cabello, ya que no había secadores de cabello en ese momento… Lo uso para domar el cabello encrespado y quemar los cabellos sueltos. El cabello sano no se daña con esta técnica”, explicó Kadir.
Además, agregó: “También se puede usar para eliminar el vello estático después de un corte, pero no recomendaría que nadie lo intente sin el entrenamiento adecuado”.
Las imágenes muestran a Kadir rociando la cabeza de su cliente con el líquido inflamable; luego lo prende fuego y grandes llamas arden en la parte superior de su cabeza. A medida que las llamas se queman, el barbero peina el cabello para revelar el corte terminado. En un punto del clip, incluso se puede ver que está peinando el pelo de un cliente mientras todavía está en llamas.
Y sorprendentemente los hombres se sientan en la silla del barbero sin siquiera estremecerse cuando su cabello se prende.
Kadir agregó: “Mis clientes no tienen miedo porque confían en mí y no es doloroso. Tengo un cliente que solo tiene siete años y otro que tiene ocho”.
“Disfruto de mi trabajo porque es muy diferente. También me gusta enseñar a otros barberos cómo usar esta técnica”, finalizó.
H/T – Psn
