Hace 20 años, el río Nuevo preocupa a los agricultores debido a que barrió con el ganado y los cultivos. El fenómeno aparece en un diario inglés.

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La consigna de “otro país” por la que se asocia a San Luis nunca estuvo mejor aplicada. Es que el río Nuevo de la provincia vecina llegó hasta un diario británico debido a su repentina aparición hace varios años pero que no da tregua a los agricultores de unas 220.000 hectáreas de campo en la cuenca del Morro.

Se trata de un río que apareció de la noche a la mañana en 1985 en una zona de San Luis donde nunca hubo ríos. Más de 20 años después, el proceso aún no ha terminado. Incluso, en 2016, el gobierno puntano declaró la Emergencia Pública Ambiental debido a esta grave situación.

El fenómeno del río Nuevo llegó a ocupar un espacio en el diario británico The Guardian, que intentó encontrar una explicación. “Cuando la naturaleza dice ‘¡Basta!’: el río que apareció de la noche a la mañana en Argentina», es el título del artículo que fue publicado.

«La aparición repentina de una red de nuevos ríos en la provincia de San Luis, en el centro de Argentina, ha desconcertado a los científicos, preocupados por la ecología y los descorazonados agricultores. También ha planteado preguntas urgentes sobre el costo ambiental de la dependencia de Argentina de la soja, su principal cultivo de exportación», detalla The Guardian.

En la actualidad, el paisaje -que nunca había tenido cursos de agua- presenta cerca de 50 kilómetros de recorrido, 50 metros de ancho y 25 metros de profundidad de un zanjón, que se abrió solamente en un par de décadas, a raíz de la deforestación.

Esteban Jobbagy, investigador del Conicet, explicó a The Guardian qué hay detrás del crecimiento del río Nuevo y nombró tres factores primordiales. En primer lugar, los últimos años estuvieron caracterizados por intensas lluvias. Luego, la naturaleza inestable de los suelos. Como tercer factor, el investigador mencionó el hecho de que la cuenca hidrográfica está albergando “mucha agricultura” por primera vez.

Uno de los mayores efectos negativos apunta que el río Nuevo está aportando agua salada al río V, donde desemboca y en el que se diluye.

La zona en cuestión estaba cubierta originalmente por los bosques de caldén y por pastizales, pero actualmente la mayor parte de la cuenca está bajo agricultura continua, que incluye maíz y soja.

H/T- LosAndes