Dos investigadores israelíes proponen quemar heces de aves con el propósito de salvar al planeta, luego de crear un nuevo tipo de biocombustible para reducir la dependencia del carbón como fuente de energía.

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Dos investigadores israelíes de la Universidad Ben-Gurión del Néguev, Vivian May y Amit Gross, defienden que el carbón podría ser sustituido como una fuente de energía por los excrementos de aves de corral, sugiriendo procesar estas heces para obtener biomasa sólida combustible.

Los expertos aseguran que esto mataría dos pájaros de un tiro, pues reduciría la proporción del ecológicamente nocivo carbón en la generación de energía y resolvería el problema de reciclaje en el creciente sector avícola mundial.

El proyecto es particularmente interesante para Israel, país que lidera el consumo anual de carne de aves, con 57,7 kilogramos per cápita en 2015.

May y Gross estiman que hasta un 10% del carbón usado para generar electricidad en el mundo podría ser reemplazado por heces avícolas, que, debidamente procesadas, tienen propiedades iguales a las del carbón subbituminoso.

En particular, los investigadores estudiaron dos métodos de obtención de biocombustible en granjas avícolas: procesar biomasa por medio de pirólisis (calentamiento en forma seca a 450 grados centígrados de temperatura en ausencia de oxígeno) y por carbonización hidrotermal (calentar biomasa húmeda a 250 grados centígrados). Este último método resultó ser el más eficaz de los dos.

H/T – Elintrasingente