Los malestares estomacales no distinguen lugar, hora ni momento, mucho menos si se trata de una persona en buen estado físico. Ese fue el caso del atleta francés Yohann Diniz, quien protagonizó uno de los momentos más incómodos de los Juegos Olímpicos.
Diniz iba de primero en los 50km de marcha masculina, cuando de pronto comenzó a sentir malestares estomacales que le indujeron una diarrea. Sin embargo, el atleta decidió continuar hasta el final, sin importar los estragos que estaba causando su estómago.
Al llegar al kilómetro 35, el atleta francés se desmayó, aunque se desconoce si se debía a su malestar estomacal o a alguna descompensación. A pesar de ello, Diniz se repuso y decidió continuar su marcha como fuera.
La sorpresa de todos fue que, a pesar de haberse desmayado y de haber sufrido diarrea, el galo finalizó en la séptima posición, con un tiempo que muchos de los que se encontraban, literalmente bien del estómago, quisieran haber alcanzado.
Definitivamente, a Diniz no lo para nadie.
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