Steve Ludwin vive en Londres y lleva 30 años inyectándose veneno de serpiente, un hábito que casi le ha costado la vida pero que podría salvar a miles.

El músico oriundo de Estados Unidos asegura que no se ha enfermado en los últimos 15 años gracias a las inyecciones de veneno de serpiente. «Lo que hago parece una locura, pero resulta que esta práctica tiene efectos positivos para la salud», afirmó a AFP el hombre de 51 años.

Sin embargo, esta práctica dolorosa y peligrosa ha puesto su vida en riesgo. Una vez Ludwin fue ingresado en cuidados intensivos, donde pasó 3 días tras una sobredosis de veneno.

El hombre ha probado el veneno de una distintos reptiles muy peligrosos, incluida la cobra y la mamba negra, y no recomienda repetir sus experimentos.

El polémico hábito de Ludwin llamó la atención científica, y los investigadores de la Universidad de Copenhague se dedicaron al desarrollo de un antídoto basado en los anticuerpos de la sangre del músico.

«Cuando se inyecta veneno, su sistema inmune responde. Esperamos encontrar copias de sus anticuerpos, aislarlas, ponerlas a prueba y ponerlas en producción», comentó Brian Lohse, profesor de la Facultad de Sanidad y Ciencias Médicas de la universidad.

Los especialistas esperan que el proyecto iniciado en el 2013 finalice en el curso de un año. De tener éxito, será la primera vacuna de este tipo elaborada con la ayuda de un donante humano.

H/T – RT