A todos nos gustan distintos paisajes: el campo, las montañas o el mar, pero la ciencia ha confirmado que las personas amantes de la playa son las más felices y las que disfrutan más de la vida.

En realidad, estamos programados para reaccionar positivamente ante ambientes despejados, que nos haga sentir más conectados con la naturaleza, pero la playa tiene un toque especial y no es algo que todos los amantes de ella pensamos, sino que ya está demostrado, incluso, científicamente.

Vacacionar junto al mar o, mejor aún, vivir cerca de él, demuestra que ayuda a vivir más feliz y tranquilo. Además, el aire que está continuamente circulando, entre otras cosas, influye en una mejor salud.

Y es que su sola imagen arrastra beneficios de manera tanto terapéutica como psicológicamente, por tal, muchos centros de tratamientos de enfermedades y de relajación buscan la playa como ubicación; sí, no se trata de puro marketing, es algo que va más allá.

La ciencia también comprobó que la mezcla del aire marino con el sonido de las olas dan una relajación sin igual, lo que ayudaría a dormir mejor e, incluso, aumentar la creatividad, algo semejante a cómo cuando estas en la ducha, pero mucho más potenciado.

Todo esto está relacionado también con el color, debido a que entre el cielo y su reflejo en el mar, el paisaje se impregna de azul, el cual tiende a ser el color favorito más repetido entre las poblaciones y, sobre todo, porque está psicológicamente comprobado que lo relacionamos a un sentimiento de calma y serenidad, ayudándonos a relajarnos.

Por último, el hecho de conectar tus pies en la arena, tal cual como sucede cuando caminas descalzo por el pasto, te transmitirá una sensación de estar conectado con la Tierra.

Así que si quieres una buena receta para sentirte más feliz, tranquilo y recargar energías, lo mejor que puedes hacer es ir a la playa.

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H/T – Es Noticia