Una mujer en el condado de Marion, ciudad de Wolcott, estado de Indiana, en Estados Unidos, fue sentenciada a siete años de cárcel y cinco más de libertad condicional por haber inyectado heces fecales a su hijo como “tratamiento para el cáncer”.
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De acuerdo con CNN, el caso sucedió en 2016, pero fue hasta diciembre de 2019 que se dejó en firme la sentencia contra Tiffany Alberts, acusada de poner en peligro la vida de su hijo de 15 años.
Las autoridades establecieron que el hijo de la mujer estaba ingresado por leucemia en un hospital de Indianápolis del que fue dado de alta, pero recayó en septiembre de ese año y fue ingresado de nuevo. En esa ocasión tuvo fiebre, vómitos y diarrea.
Los médicos detectaron que en los exámenes de sangre que se le habían hecho al joven tenían organismos que suelen estar presentes en el excremento humano y esos le causaron una infección bacteriana.
Los galenos establecieron que la única forma de que las heces llegaran hasta la sangre era que fueran inyectadas, por lo que investigaron y lograron conocer cómo se dieron los hechos.
Por medio de cámaras de vigilancia lograron captar a la madre del joven cuando le inyectaba una sustancia, por lo que la Policía actuó de inmediato y la retuvo para interrogarla.
Inicialmente Alberts explicó que se trataba de agua, pero después confesó que era excremento que tenía guardado en una caja de regalo en el baño de su casa.
Cuando los fiscales le preguntaron por qué lo hacía, ella contestó que al inyectarle heces “el tratamiento era mejor”, al escuchar la respuesta las autoridades ordenaron el arresto.
El juez la declaró culpable de seis cargos de agresión agravada y un cargo de negligencia, por lo que fue sentenciada a prisión por siete años más otros cinco de libertad condicional.
H/T – Elsalvadortimes
