El Sol es una estrella y, como tal, tiene un tiempo de vida limitado, lo que incide directamente en la posibilidad de vida en nuestro planeta Tierra. Un reciente hallazgo del Telescopio Espacial Kepler abrió una ventana preocupante hacia el futuro de nuestro mundo, al descubrir un planeta muy similar en fase de descomposición.

Los expertos señalan que las estrellas como nuestro Sol viven miles de millones de años, pero, una vez que se consume su energía, pasan a una fase de máxima expansión (gigantes rojas) para luego reducir su tamaño drásticamente (enanas blancas). Sin embargo, conservan tanta densidad en su interior, que ejercen una intensa fuerza gravitatoria hacia los cuerpos celestes que las rodean.

Hace aproximadamente un año, el telescopio Kepler halló a una enana blanca llamada WD 11451+017, que se encuentra en su última fase y está absorbiendo lentamente a un planeta que la orbita, tal y como lo hace la Tierra con el Sol. En las imágenes captadas por el telescopio, los científicos observaron cómo el planeta expulsa poco a poco fragmentos de roca que son atraídos por la fuerza gravitatoria de la enana blanca.

Afortunadamente, nuestra generación puede estar tranquila, pues los expertos aseguran que nuestro Sol está en el apogeo de su existencia y aún le quedan unos 5000 millones de años de vida, antes de pasar a la fase de gigante roja, y engullir a planetas como Mercurio o Venus, para luego absorber a la tierra con su fuerza gravitatoria de enana blanca.

H/T – Tuhistory