Los Juegos Olímpicos de Río 2016 ha arrastrado numerables historias, todas impactantes, pero hay una en particular dentro de los Juegos Paralímpicos que te dejará sin palabras y conmoverá tu corazón.

La deportista paralímpica, Marieke Vervoort, tiene un último sueño y es ganar otra medalla de oro, antes de ponerle fin a su vida a través de la eutanasia, a raíz de una enfermedad degenerativa que le produce un dolor insoportable.

La atleta belga, sin duda, quiere dejar huella, una que no se borre y que sea eterna en la memoria. Marieke Vervoot cerrará sus ojos y no sólo cada noche para visualizar sus éxitos deportivos, sino para siempre, cuando finalicen los Juegos Paralímpicos, que se celebrarán entre el 7 y el 18 de septiembre en la denominada “Cidade Maravilhosa”.

Después de llegar a la cima, a pesar de sus dificultades físicas, en Londres 2012, con un oro en los 100 metros lisos y la obtención de la plata en los 200 y los 400 metros lisos, y de ser campeona del mundo en 2015 en Doha, ha decidido que Río 2016 no sólo será su última competencia sino su aliento final.

Pues, la valiente mujer se someterá a la eutanasia al finalizar los paralímpicos, debido a que el dolor, producto de la enfermedad degenerativa que padece, es insoportable: “Río es mi último deseo, espero acabar mi carrera con un podio. Comienzo a pensar en la eutanasia. Pero, a pesar de mi enfermedad, he vivido lo que otros solo pueden soñar”, expresó en una entrevista a Le Parisien. Su fecha de deceso está pactada para el 2017; la de su nacimiento, el 10 de mayo de 1979, en Diest, Bélgica.

En su país la eutanasia es legal desde 2002 sólo para los pacientes que sufran enfermedades físicas o psíquicas incurables, como es el caso de Vervoort, quien en 2008 tuvo que dejar a un lado su pasión por el triatlón adaptado por el mal que la dejó postrada en una silla de ruedas. Desde entonces, no abandonó su sueño en el deporte, pero esta vez a través del carrovelismo y las carreras en sillas de ruedas.

De esta forma, la meta de la luchadora en estas olimpiadas, quien sólo puede dormir 10 minutos por noche debido al intenso dolor que le produce la enfermedad, es repetir el oro en los 100 metros lisos y alcanzar un metal preciado en los 400; además, desea que el mundo entienda que los sueños tiene que ser dorados y que en su funeral “todo el mundo tenga una copa de champán en la mano, y un pensamiento para mí”.

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H/T – elespectador