‘La última cena’ de Leonardo Da Vinci es una de las interpretaciones más reconocidas de la cena de Jesús con sus 12 discípulos y durante años han hablado de los secretos que el reconocido artista escondió en su obra. En esta nota descubrirás uno de los misterios más grandes al rededor de la obra y su relación con Priorato de Sión.

El Priorato de Sión es una organización secreta fundada por el francés Pierre Plantard durante la década de 1950 e inspirada en los rosacruces. Según señalan los historiadores, Plantard pretendía proclamarse heredero directo de la dinastía merovingia, y para tal fin desarrolló una fantasiosa genealogía que indicaba que sus miembros descendían directamente de Jesucristo.

Esta polémica teoría tomó más fuerza tras la publicación de los libros ‘El Enigma Sagrado’ en 1982, y ‘El Código Da Vinci’ en 2003.

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Plantard afirmaba que los merovingios ocupaban en la Tierra un lugar sagrado de poder, legado genéticamente por Jesucristo. Pero eso no es todo, lo más sorprendente es que el escritor sostenía que grandes figuras de la historia habían formado parte de esta familia Real, entre ella Nostradamus, Juana de Arco, Isaac Newton, Botticelli y Leonardo Da Vinci.

Estas afirmaciones han dado pie a un sin fin de teorías conspirativas, pero  es particularmente popular la que indica que Da Vinci habría escondido en su célebre pintura ‘La última cena’ imágenes que probarían que María Magdalena estaba embarazada del hijo de Jesús durante el banquete.

La polémica hipótesis señala que el mesías cristiano no habría sido un hombre célibe sino que estaba emparejado con María Magdalena, quien habría parido a su descendencia.

Aunque son muchos los expertos que tildan de falsas estas historias, lo cierto es que en la actualidad numerosos especialistas en la obra del pintor florentino intentan aún decodificar la compleja simbología que Da Vinci escondió en sus lienzos.

H/T – Tu History