En realidad, los chimpancés son considerados como nuestros primos cercanos en el mundo animal, así que poca duda queda de su inteligencia, pero saber que un simio llega a recordar durante tanto tiempo algo en específico te deja boquiabierta.

La triste realidad es que estos animales son objetos de pruebas durante décadas, por lo que están confinados en jaulas minúsculas, sin embargo, en la actualidad, su uso en laboratorios está restringido a casos de extrema necesidad.

Así, sucedió que Linda Koebner cuando tenía 23 años de edad, era una estudiante recién graduada en comportamiento animal y fue la encargada de liberar a tres de estos primates, a mediados de los 90.

Los chimpancés habían sido usados en experimentos que tenían como propósito crear vacunas contra la hepatitis; en ese momento, la experimentación con grandes simios empezaba a estar mal vista en Europa y Linda tuvo la oportunidad de hacer algo por ellos.

Los chimpancés afortunados se llamaban Dolly, Swing y Sparky, quienes fueron liberados, mientras Linda estaba presente, ya que era la encargada de prepararlos para reintroducirlos en un entorno natural, debido a que los primates habían pasado sus seis años de vida abrazados a los barrotes de unas jaulas de metal.

Así que Linda estuvo cuatro años ayudándolos a adaptarse y rehabilitarse. Ya en 1997 los tres chimpancés estaban completamente recuperados y fueron puestos en libertad en un refugio de animales protegido.

Desde entonces, Linda no había tenido más contacto con estos animales, por lo que no esperaba que se acordasen de ella, pero el mundo animal vuelve a sorprender de una forma muy grata, y esto lo podrás ver en el siguiente video, cuando se produjo el reencuentro entre Linda y sus tres amigos primates en 2014:

H/T – La Voz del Muro