Saltar la cuerda es una de esas actividades que seguramente practicabas cuando estabas pequeño, ¿y quién dice que no se puede hacer de grande? Aunque parezca exagerado, hay estudios científicos que demuestran que saltar la cuerda durante 10 minutos equivale a correr durante media hora, por supuesto considerando una intensidad equivalente en ambos ejercicios. Algo así como que dos saltos por segundo aportan el mismo beneficio que correr a un ritmo normal.

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Si aún no lo has hecho… ¡Hazlo!

  • Es un ejercicio que fortalece tu sistema respiratorio, óseo y cardiovascular.
  • Eleva fácilmente las pulsaciones.
  • Acelera el metabolismo.
  • Involucras todos los músculos del cuerpo.
  • Ayuda a perder grasa corporal.
  • Te permite variar el ritmo y la velocidad con la que saltas.
  • Mejora el equilibrio y la coordinación.
  • Quema muchas calorías en poco tiempo.
  • Puedes hacerlo donde quieras, no tendrás la excusa de que necesitas “equipos y preparación previa” para practicarlo.
  • Para saltar la cuerda y evitar lesiones solo tienes que:
  • Tener un buen zapato que amortigüe la pisada al saltar.
  • Tener siempre las rodillas un poquito flexionadas.
  • Hacer el movimiento con la muñeca (sin mover todo el brazo) para girar la cuerda.

Tips para un óptimo desempeño

Cortesía imujer.com
Cortesía imujer.com
  • Realiza un breve calentamiento antes de comenzar a saltar. Puedes trotar unos minutos, subir y bajar las escaleras rápidamente, y estirar cada parte del cuerpo.
  • Salta con la cabeza recta y la mirada siempre al frente.
  • Debes mantener el torso recto, los codos cerca del cuerpo y las rodillas ligeramente dobladas.
  • Utiliza las muñecas para hacer girar la cuerda, no los brazos.
  • Debes impulsarte y aterrizar con la parte delantera de los pies, es decir, en puntillas.
  • Basta con levantarte del suelo entre 3 y 4 centímetros. Así evitarás que el golpe en rodillas y tobillos sea intenso.
  • Ajusta la cuerda de manera que al tensarla con los pies te llegue a las axilas.
  • Aunque no es limitativo, lo ideal es comenzar a saltar sobre una superficie de madera mientras aprendes a dominar la técnica, preferiblemente con un buen par de zapatos deportivos.
  • Si apenas vas a comenzar a saltar la cuerda, incrementa el tiempo de ejercicio en la medida que tu resistencia te lo permita.
  • Si sientes alguna molestia o dolor debes suspender la actividad y consultar con el médico.

¿Quiénes no deben saltar la cuerda?

  • Personas con problemas en la columna, lesiones en los huesos, corazón o pulmones.
  • Quienes sientan dolor al ejercitarse.
  • Aquellos que tienen prohibición médica.

H/T – revistadominical.com