Una revisión sistémica de varios estudios ha encontrado poco o ningún beneficio para la salud por el hecho de reducir el consumo de carne roja o procesada, pero el consenso está lejano.

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Cuando todo parecía indicar que la postura de la comunidad científica estba alineada en determinados aspectos de la alimentación y sus efectos sobre la salud, surge una nueva corriente de opinión que echa por tierra el consenso y hace estallar la polémica. Hablamos del consumo de carne roja y procesada y una nueva revisión sistémica publicada en la revista ‘Annals of Internal Medicine’.

Y es que, catorce expertos de siete países han encontrado poco o ningún beneficio para la salud por el hecho de reducir el consumo de carne roja o procesada, pero el consenso está lejano porque esta conclusión es contraria a casi todas las demás pautas que existen.

Los investigadores, pertenecientes a la Universidad Dalhousie y la Universidad McMaster, en Canadá, y a los Centros Cochrane Español (Iberoamericano) y Polaco indican que la mayoría de los adultos debería continuar comiendo sus niveles actuales de ingesta de carne roja y procesada, es decir, aproximadamente unas 3 o 4 veces por semana.

No en vano, los investigadores no encontraron una asociación estadísticamente significativa o importante entre el consumo de carne y el riesgo de enfermedades cardíacas, diabetes o cáncer. Sin embargo, la evidencia existente y las actuales recomendaciones invitan a la prudencia en lo que al consumo de carne roja y procesada se refiere, e incluso se aboga abiertamente por una reducción de la cantidad que se ingiere.

La Universidad de Harvard responde

De hecho, una institución nada sospechosa, como la prestigiosa Universidad de Harvard (EEUU), no ha tardado tiempo en expresar sus dudas en relación a las nuevas recomendaciones publicadas.

“Una controvertida ‘recomendación de pautas dietéticas’ publicada en ‘Annals of Internal Medicine’ sugiere que los adultos pueden continuar consumiendo carne roja y carne procesada en los niveles actuales de ingesta. Esta recomendación es contradictoria con la gran cantidad de evidencia que indica que un mayor consumo de carne roja, especialmente carne roja procesada, se asocia con un mayor riesgo de diabetes tipo 2, enfermedad cardiovascular, ciertos tipos de cáncer y muerte prematura”, aseguran desde Harvard, que añade:

Las nuevas directrices no están justificadas, ya que contradicen la evidencia generada por sus propios metaanálisis. Entre las cinco revisiones sistemáticas publicadas, tres básicamente confirmaron hallazgos previos sobre la carne roja y los efectos negativos para la salud.

La publicación de estos estudios y las pautas consumo de carne en una revista médica importante es lamentable porque seguir las nuevas recomendaciones puede dañar la salud de las personas, la salud pública y la salud planetaria.

También puede dañar la credibilidad de la ciencia de la nutrición y erosionar la confianza pública en la investigación científica. Además, puede conducir a un mayor uso indebido de revisiones sistemáticas y metaanálisis, lo que en última instancia podría generar una mayor confusión entre el público en general y los profesionales de la salud.

Este es un excelente ejemplo de que uno debe mirar más allá de los titulares y las conclusiones abstractas. Es importante que los periodistas, los profesionales de la salud y los investigadores vean más allá de los titulares sensacionalistas.

También es crucial comprender que la investigación nutricional es un proceso largo y en evolución y, por lo tanto, es fundamental tener en cuenta la totalidad de la evidencia.

Estos estudios no deberían cambiar las recomendaciones actuales sobre patrones de alimentación saludables y equilibrados para la prevención de enfermedades crónicas.

Las recomendaciones existentes se basan en evidencia sólida de estudios controlados aleatorios con factores de riesgo cardiovascular como resultados, así como estudios epidemiológicos a largo plazo con enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes tipo 2 y mortalidad como resultados.

Para mejorar la salud humana y la sostenibilidad ambiental, es importante adoptar patrones dietéticos que sean ricos en alimentos saludables a base de plantas y relativamente bajos en carnes rojas y procesadas.

H/T – As