Ayudar a mejorar la calidad de vida de pacientes con Alzheimer mediante realidad virtual es posible de la mano del proyecto de lad «start-up» española Broomx, que exhibe su trabajo en la Web Summit de Lisboa, la mayor cita tecnológica del mundo.

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La iniciativa de Broomx, especializada en el uso de tecnología para disfrutar de realidad virtual, permite a los usuarios asistir a vídeos 360º y contenido interactivo sin gafas VR, a través de proyecciones que cubren todo el campo visual.

«Los vídeos ya pueden ser vistos sin necesidad de gafas ni aislamiento», explica a EFE Ignasi Capellá, cofundador y director de desarrollo de negocio de esta firma catalana.

Su proyecto surgió en el 2015 y dos años más tarde lanzaron su «reflector inmersivo», aplicado en sectores tan diversos como el entretenimiento, el turismo, la educación o la salud.

Gracias a su tecnología de vanguardia y a su creatividad artística, estos proyectores se demandan «cada vez más en el sector sanitario», precisa Capellá.

Por ello, el cofundador de la empresa destaca el uso de la herramienta con 300 pacientes en tres clínicas geriátricas de Ontario y Toronto (Canadá).

En el caso de estas residencias, los investigadores pudieron medir el impacto de la tecnología, descubriendo que la experiencia ayudaba a los mayores a hablar de su vida.

En este contexto, una mujer que llevaba cinco años ingresada, con depresión y sin socializar, «se levantó de la silla y acarició a una vaca que aparecía en el vídeo», relata el directivo.

A partir de ahí, la paciente empezó a hablar de la infancia en la granja donde creció y comenzó a reducir su medicación, «además de hablar con el resto de pacientes», añade.

Los resultados, que se publicarán en la prestigiosa revista científica «British Medical Journal», podrán reflejar como Broomx puede ser «una herramienta más» dentro de las terapias de mejora, precisa.

Además, esta tecnología «no solo ayuda a pacientes con enfermedades neurodegenerativas», revela a EFE Alba Quer, responsable de Broomx en Enterprise Europe Network, una de las redes de soporte que les financia y asesora.

«También se está probando en veteranos de guerra con estrés postraumático y pacientes con autismo», continúa Quer, ya que éstos precisan de estimulación sensorial y relajación.

Estas aplicaciones de realidad virtual han conseguido que la empresa extienda su red de negocio en más de 50 países, principalmente en la Unión Europea, Australia, Japón y el Caribe.

En Estados Unidos, la Universidad de los Ángeles en California (UCLA, por sus siglas en inglés) ha contratado estos proyectores como herramienta educativa para explicar contenidos de ingeniería, biología y química.

«Incluso en la biblioteca de la facultad se ha instalado un modelo», detalla Capellá. Este, en concreto, muestra bacterias y «partículas del interior del cuerpo», precisa.

Broomx cuenta con 14 empleados y ha recaudado un millón de euros, pero las expectativas de este modelo innovador van más allá.

En el campo del entretenimiento, esta ingeniería ha sido objeto de interés por parte de hoteles temáticos, especialmente en zonas turísticas que desean aportar una mayor oferta de ocio a sus programas.

Más allá, el director de negocio prevé pasar en unos años al consumidor final, «de modo que la gente instale el proyector de Broomx en su casa».

Eso permitiría a los usuarios ver partidos de fútbol, películas o conciertos en 360 grados, compartiendo en conjunto una narrativa más potente que la de la televisión convencional, destinada a extinguirse.

Ahora, la empresa busca «más repercusión global» -resume Capellá- en la Web Summit de Lisboa, donde han cerrado ya una ronda de financiación y tratan de aprovechar las oportunidades que ofrece para hacer «contactos, socios y clientes».

En este tipo de foros, continúa, es esencial «ir un paso más allá».

Su empresa es una muestra de ello, aplicándose en terrenos tan dispares como la salud y el entretenimiento. Broomx tiene la lección aprendida: Para las «start-ups» que vienen a este tipo de cumbres es esencial «tener una mentalidad global», concluye Capellá.

 H/T – Adncuba