El escándalo Facebook hizo que los internautas dudaran seriamente sobre el uso de sus datos recabados por las redes sociales y los motores de búsqueda.

A continuación te explicamos cómo funcionan y qué pasa con la información que suministras:

Redes sociales

Las redes sociales recopilan todos los que un usuario escribe, por ejemplo en su muro de Facebook o en el de sus «amigos», todas las fotos o videos que publica, todos los «Me gusta» sobre los que cliquea, todo lo que comparte, todo lo que consulta, la identidad de los usuarios con los que interactúa, o su geolocalización. Lo mismo sucede con Instagram y WhatsApp, filiales de Facebook, Snapchat o Twitter, aunque el abanico es menor en estas últimas plataformas. Si el usuario lo autoriza, Facebook puede también ir a buscar informaciones en los sitios internet que consulta mientras está conectado a la red social.

DATOS QUE VENDE: Si bien Facebook asegura que no vende a sus clientes anunciantes los datos personales identificables o los datos agregados, lo que si vende es la posibilidad de que un anunciante llegue entre los usuarios de Facebook al público al que apunta, multiplicando así la eficacia de una campaña.

LO QUE COMPARTEN: La mayoría de las redes sociales permiten que compañías externas, responsables de crear aplicaciones, se nutran en parte o totalmente de la explotación de los datos de usuarios de esas redes.

Si hablamos de Facebook, se refiera a toda la parte pública, es decir, la totalidad de la página para algunos, mientras que para otros es únicamente el nombre, apellido y la foto, pues esto no necesita autorización del usuario, explica Ryan Matzner. En cambio la utilización del resto requiere el consentimiento del interesado.

Únicamente los datos bancarios o de pago que posee Facebook están fuera de límites. No obstante, cuando los datos son recabados por estas aplicaciones, escapan a Facebook o a otras redes sociales.

«Es como aplicar una regla sobre la cual Facebook no tiene jurisdicción o interés. Y no hay herramientas (para recuperarlas), aunque alguien lo prometa», explica Chirag Shah, profesor de la Universidad de Rutgers y especialista en datos en las redes sociales.

«Cuando alguien accede a esos datos, Facebook no tiene manera de saber lo que harán con ellos», afirma Matzner. «Solo pueden creer en su palabra. Es como enviar un correo electrónico y preguntarse qué hará con él el destinatario. No lo sabes».

Motores de búsqueda

Recaban todos los datos que conciernen las búsquedas, la geolocalización u otros datos consultados. Tal y como lo hacen Google, Yahoo! (grupo Oath) o Bing (Microsoft), los principales motores de búsqueda están integrados en los gigantes de internet que proponen varios otros servicios a los internautas. A través de ellos, los grupos recaban datos adicionales, que cruzados con los recabados de los motores de búsqueda, trazan un perfil aún más preciso del internauta. «No precisas decirle a Google tu edad o tu sexo», explica Chirag Shah. «Pueden determinarlo gracias a una multitud de otros factores».

LO QUE VENDEN: Sus ingresos provienen en gran parte de la publicidad, por lo que no venden datos, sino el acceso a un consumidor de características muy precisas, fruto del cruce de datos del motor de búsqueda y en el caso de Google, de todas las búsquedas y contenidos vistos en YouTube, su filial.

QUÉ COMPARTEN: Los motores de búsqueda simplemente abren las puertas a otras programadores, a las aplicaciones y a las redes sociales.

H/T – Informe21/AFP