Un policía quedó atrapado en una garita de seguridad en Villa Gesell y tuvo que ser rescatado por los bomberos, quienes ayudaron al efectivo del Operativo Sol a bajar, tras haberse quedado suspendida la cabina playera a varios metros del suelo por un desperfecto mecánico.

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Villa Gesell no para de dar noticias, pues primero fue el enfrentamiento entre la Policía y grupos de jóvenes en la madrugada del primero de enero, lo que derivó en el armado de cordones policiales en los principales accesos a la playa con el objetivo de evitar que ingresaran autos con alcohol en su interior.

Después, el Ministerio de Seguridad bonaerense instaló modernas garitas metálicas en las playas con el fin de observar e identificar hechos delictivos como arrebatos que puedan sufrir los turistas, mientras descansan en la arena.

Estas cabinas, con cámaras domo y vidrios blindados, están apoyadas sobre plataformas que tienen brazos mecánicos que pueden elevarlas hasta unos cuatro metros de altura.

Ahora es que viene lo insólito y es que en el cruce de la Avenida Buenos Aires y playa, el mismo lugar donde se produjo la batalla campal; con una térmica de casi 30 grados, un policía del Operativo Sol quedó atascado a varios metros del suelo, debido a un desperfecto técnico: la garita que había sido elevada no pudo descender.

Ante el asombro de los turistas que se acercaban a la garita como una atracción más del verano, llegaron los bomberos para auxiliar al efectivo policial: desplegaron una escalera para ayudarlo a bajar, cosa que logró sin mayores inconvenientes. Así que la gente lo recibió con aplausos, como si fuese un guardavidas tras un rescate en el mar.

H/T – Clarín