Los pulpos, calamares y sepias son los reyes submarinos del camuflaje, gracias a que son capaces de cambiar la pigmentación de su piel al instante en función del entorno.

Determinar exactamente cómo lo hacen puede ayudar a los especialistas a desarrollar nuevos materiales que varíen de color en función de la luz o a nuestra voluntad. Podrían crearse películas muy finas o fibras que se integrarían en la ropa o en pantallas flexibles, por ejemplo.

Se sabe que el cambio de color de los cefalópodos se basa en los cromatóforos, que no son otra cosa que células con pigmentos en su interior que reflejan la luz. Sin embargo, es muy poco lo que se conoce sobre los procesos fotofísicos subyacentes a este fenómeno.

Un trabajo dirigido por Leila Deravi, profesora de química y química biológica en la Universidad del Noreste (Boston, Estados Unidos), descubrió algunas de las claves de esta modulación de colores refinada por la evolución a lo largo de centenares de millones de años.

Resulta que los cromatóforos de los cefálopodos son especialmente complejos. Derave explica que se distribuyen por toda su piel y se componen de una célula cromatófora que alberga los gránulos de pigmentos en un saco elástico que el animal deforma mediante contracciones musculares, siendo capaz de variar el estado de los pigmentos y con ello la forma en la que estos reflejan todos los colores de la luz visible.

Deravi y su equipo aislaron estos gránulos de pigmentos para comprender mejor su papel en este proceso natural, lo que podría sentar las bases para la creación de nuevos materiales que cambien de color. Por ejemplo, ropa de camuflaje.

“Estamos demostrando que estos pigmentos son una poderosa herramienta para producir películas ultrafinas muy ricas en colores”, aseguró Deravi.

El equipo de Deravi consiguió crear bobinas de tejido a partir de los pigmentos de calamares y están explorando los posibles usos de este material, centrados sobre todo en textiles de colores adaptables, lo que explica el interés del ejército estadounidense en su investigación.

H/T – MuyInteresante