La verdad es que la llegada de la Navidad y el Año Nuevo generan distintas emociones; para algunos son momentos de suma alegría y diversión para disfrutar junto a amigos y familiares. Sin embargo, otros viven estas fechas con angustia e incluso llegan a deprimirse.

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Y es que en las fiestas salen a relucir recuerdos, emociones y momentos vividos en el año que se termina y las personas que no están bien emocionalmente pueden sufrir de depresión.

Pero, ¿por qué sucede esto? El profesor y psicólogo de la Universidad de Toronto Adam K. Anderson, asegura que gran parte del problema es el bombardeo mediático durante estas fechas, destacando imágenes y situaciones felices de forma exagerada. “La gente puede llegar a cuestionar la calidad de sus propias relaciones”, explica.

Así es, la muestra constante de momentos felices de otros puede ser un recordatorio doloroso de felicidad y amor que puede estar ausente en nuestras vidas. Por tal, diciembre suele ser una época difícil del año para quienes perdieron un ser querido, terminaron con su pareja, viven solos o tienen problemas de salud.

De acuerdo al psicólogo Santiago Gómez, director de Decidir Vivir Mejor y del Centro de Psicología Cognitiva en Argentina, este padecimiento sucede más en mujeres adultas que en varones y en personas que viven en un estado de soledad y sensación de abandono.

En cuanto a los síntomas, las señales que caracterizan este estado se basan en una angustia intensa, ansiedad, pérdida de interés por el exterior, poco aprecio hacia la vida, alteraciones del sueño y la falta de apetito.

No obstante, debe tenerse en cuenta que no son las situaciones del exterior las que perturbar y deprimen cuando llegan las fiestas, sino como la persona interpreta los diferentes hechos negativos ocurridos en su vida.

Así que si eres una de estas personas o conoces a alguien así, el psicólogo Santiago Gómez hizo algunas recomendaciones para no estar deprimido durante las festividades de fin de año:

  • Prevenir la depresión. Si una persona sabe que la llegada de estas fiestas la perturba, deberá tomar recaudos para que no verse afectada.
  • Aceptar la pérdida de seres queridos. No están con nosotros, pero viven sus recuerdos, anécdotas y otras vivencias compartidas.
  • Tener expectativas reales. Las personas no deben generarse grandes expectativas con la llegada del 24 y 31 de diciembre, con el fin de evitar estados de penuria y tristezas. Es recomendable dar énfasis a los mejores momentos vividos en el año, con ello se obtendrá mayor bienestar.
  • Evitar estar solo. Siempre es bueno planificar con quién pasar las fiestas, la compañía mitiga el malestar.

H/T – Eme de Mujer