La estadounidense Katie Prager conoció a su marido, Dalton Prager, a través de la red social Facebook luego de enterarse de que ambos compartían la misma enfermedad terminal: fibrosis pulmonar quística. En ese entonces, ambos tenían 18 años.

Los jóvenes se casaron dos años más tarde en 2011, convirtiéndose en una versión de la vida real de los jóvenes con cáncer que protagonizaron la popular novela convertida en película ‘Bajo la misma estrella’.

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Katie, de 26 años, murió el pasado jueves por complicaciones de la fibrosis quística. Falleció tan sólo cinco días después de Dalton, de 25 años, quien murió de la misma enfermedad.

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«Realmente creo que Dalton había preparado un lugar para su esposa, tal como lo dijo el pastor ayer durante el servicio en honor a Dalton», aseguró su madre, Renee Prager, a través de la página de trasplante en Facebook de la pareja.

Katie y Dalton odiaban estar separados, incluso si eso significaba que alguno de ellos se contagiara de las infecciones respiratorias del otro. Ambos estaban juntos en los hospitales y, últimamente, recibieron trasplantes de pulmón que no lograron mejorar su salud.

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Dalton tenía programada su intervención para noviembre de 2014, pero se le diagnosticó un linfoma poco después. El joven superó el cáncer, pero desarrolló una neumonía que lo dejó hospitalizado en St. Louis.

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Su familia intentó reunirlo varias veces con Katie, quien estaba recibiendo cuidados paliativos en su casa de Kentucky cuando falleció. Él murió el sábado mientras hablaba con su esposa a través de Facetime.

Katie recibió su trasplante en julio de 2015, pero el procedimiento no funcionó. Su madre, Debra Donovan, anunció la noticia de su muerte el jueves en Facebook.

«Esta mañana, ella ganó su deseo de estar en casa, en su cama, rodeada de su madre, padre, hermano y sus perros para morir en paz, lejos del hospital, de los tubos y las vías intravenosas,» escribió.

«Sé que Dalton estaba esperándola con los brazos abiertos, así como su abuela y una multitud de amigos y familiares que se han ido antes que ella. Sé que es egoísta estar triste, que la tuve durante tantos días, pero ella está ahora en los brazos de Jesús y espero que pueda respirar sin oxígeno, que ya no tenga que hacer diálisis y que se les haya quitado todo el dolor que tuvo que soportar»

«Una cosa importante que he obtenido de esto es el deseo de vivir, simplemente vivir… algo que quieras hacer, no esperes para hacerlo. La vida es corta, por eso ama tanto como sea posible», agregó la madre de Katie en Facebook.

«Katie sabía lo mucho que la amábamos. Ella sabía lo mucho que la quería, le dije y se lo demostré todos los días», dijo. «Nos dieron un gran regalo, sabíamos que su vida era corta y fue capaz de hacer algunas cosas que quería, por eso estoy agradecida. Los días que siguen no serán fáciles, pero me consuela saber que mi niña vivía y que estaba a la altura», finalizó.

HT – Today