Los marineros australianos tuvieron que aferrarse a los restos de su barco, después de que fuera destruido por el fuerte oleaje, sobreviviendo una noche en aguas llenas de cocodrilos y tiburones.

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Las aguas cercanas al puerto de Darwin albergan gran cantidad de tiburones y cocodrilos. Incluso, la mayoría de las playas cercanas a la ciudad no son aptas para bañarse, ni acampar.

Un padre y su hijo sobrevivieron una noche entera aferrados a los restos de su embarcación destruida por las olas en aguas infestadas de cocodrilos y tiburones, hasta que fueron rescatados al día siguiente, según informó el diario Daily Mail.

El padre, de 49 años, y su hijo, de 15, partieron del puerto de Darwin, en el Territorio del Norte de Australia, con la intensión de llevar a cabo una jornada de navegación, pero horas más tarde su embarcación de 16 pies volcó y se destruyó.

Tras el incidente, los marineros, quienes son navegantes expertos, no tuvieron otra alternativa que aferrarse a las partes de la embarcación que quedaron flotando, en un intento desesperado por mantenerse con vida.

Los familiares de los ocupantes del barco, al no tener noticias del paradero de estos, denunciaron su desaparición, por lo que helicópteros de la Policía sobrevolaron el área con equipos de visión nocturna en una infructuosa búsqueda de los náufragos.

Finalmente, la pareja fue rescatada por la tripulación de un barco proveniente de Singapur que los vio junto a los restos de la embarcación.

Las aguas cercanas al puerto de Darwin albergan gran cantidad de tiburones y cocodrilos. Incluso, la mayoría de las playas cercanas a la ciudad no son aptas para bañarse, ni acampar.

La Policía del Territorio Norte sugiere a los marineros que lleven teléfonos celulares o señales de emergencia indicando que «la comunicación es vital para ser rescatado».

Según las autoridades, la pareja de padre e hijo fue rescatada milagrosamente y no necesitaron atención médica tras ser sacados del agua, a pasar de haber pasado toda la noche a la deriva.

H/T – Elnuevodia