Hace unas semanas se dio a conocer el caso de un joven belga de 23 años de edad que visitó al médico por presentar dolor de espalda, fiebre, pérdida de peso repentina, molestias al orinar, dolor en los testículos y disfunción eréctil; un caso que dejó muchas intrigas y que nadie hubiese imaginado lo que revelaría el diagnóstico.

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Tras presentar tantos síntomas preocupantes, el joven fue internado y sometido a varios estudios; los médicos detectaron que sus ganglios linfáticos estaban inflamados y había parámetros fuera de lo normal en la sangre.

Tantas cosas juntas que los médicos no lograban el origen de sus síntomas, incluso, le realizaron pruebas de detección de VIH y cáncer  en ambas el resultado fue negativo.

Pero, el misterio fue resuelto, finalmente, cuando los especialistas le preguntaron si tenía gato, a lo que el joven contestó con una afirmación, además de darles a conocer que había sido arañado por su mascota.

Fue entonces que, luego de un análisis, descubrieron que lo que el joven padecía era Bartonella Henselae, una bacteria que es transmita por estos felinos a los humanos.

Si bien los signos de alerta tardan en aparecer en humanos, en el caso de los gatos puede no haber señales, pues no necesariamente les causa daño. Los felinos son infectados con esta bacteria a través de la picadura de una pulga.

Afortunadamente, el chico se recuperó tras tres semanas de tratamiento con antibióticos. Sin embargo, es importante señalar que ante cualquier síntoma, se acuda de manera inmediata con el médico, pues de no tratarse a tiempo, la Bartonella hensalae puede complicarse y generar daños en el cerebro.

H/T – Noticias24