Leidy García y Francia Papamija son dos de las cinco mujeres ciegas, o con baja visión capacitadas, que detectan el cáncer de mama en la ciudad de Cali, Colombia.

Las jóvenes fueron instruidas hace dos años con un método del médico alemán Frank Hoffmann, quien afirma -desde hace 10 años- que las personas invidentes tienen facilidades para detectar nódulos, que pueden ser la primera manifestación del cáncer de mama.

«Las personas con discapacidad visual tienen un aumento de su sensibilidad, hay un mayor tacto y mayor discriminación de los elementos», señaló a la agencia de noticias AFP el cirujano Luis Alberto Olave, coordinador del proyecto Manos que Salvan Vidas del Hospital San Juan de Dios de Cali.

El especialista asegura que mientras una mujer en el autochequeo detecta masas de entre 15 y 20 milímetros y un médico de 10, las invidentes hallan nódulos de ocho milímetros.

Con el apoyo del banco de desarrollo de América Latina CAF, el método aterrizó en Cali, tras probarse en Alemania y Austria.

Fueron seleccionadas cuatro colombianas y una mexicana de entre 25 y 35 años sin problemas vasculares o neurológicos que alteraran su sensibilidad. Tras recibir formación se graduaron como auxiliares examinadoras táctiles. Desde entonces, han evaluado a más de 900 pacientes.

En el hospital encontraron que los chequeos de las auxiliares obtuvieron resultados sensitivos «mejores» que los de una evaluación habitual.

«El examen clínico realizado por ellas es un examen más elaborado y requiere más tiempo. Esto generó en nuestras pacientes una sensación de bienestar y confort que no la encontraban con el médico tradicional», explica Olave.

H/T – Informe21