Un ruido persistente de origen desconocido ha atormentado a toda una ciudad de Canadá durante años, pero lo más insólito es que nadie sabe de dónde proviene.

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Un misterioso zumbido que nadie sabe de dónde proviene ha sido un verdadero tormento durante años para los habitantes de una localidad de Canadá. Los residentes que lo escuchan lo comparan con el sonido del motor de un camión parado al lado de su casa; otros lo reportan sacudiendo sus ventanas y asustando a sus mascotas.

Conocido como el “Windsor Hum” (el zumbido de Windsor), este sonido en Windsor, Ontario, Canadá, cerca de la ciudad estadounidense de Detroit, es impredecible en cuanto a duración, tiempo e intensidad, lo que lo hace aún más enloquecedor para los afectados, según destaca un video que se ha hecho viral en YouTube.

Desde que aparecieron los primeros reportes del extraño zumbido allá por el año 2011, el misterioso sonido que solo es registrado por algunos habitantes ha sido estudiado por diversas autoridades como el Gobierno de Canadá, la Universidad de Ontario Occidental y la Universidad de Windsor.

Incluso, los activistas han hecho su propia investigación. Durante seis años, Mike Provost, de Windsor, quien ayuda a administrar una página de Facebook dedicada al fenómeno, ha acumulado más de 4.000 páginas de observaciones sobre el enigmático sonido y las condiciones climáticas en ese momento.

Pero, también llama mucho la atención que Tim Carpenter, un ingeniero consultor jubilado, especializado en ingeniería geotécnica y vibraciones de máquinas, indica que no todos pueden escucharlo.

Scott Barton, profesor asistente de música en el Instituto Politécnico de Worcester en Massachusetts, afirmó en una entrevista que los infrasonidos, que están por debajo de los 20 hercios, pueden crear una sensación de malestar porque es ininteligible para el oído humano, pero aún detectable.

El informe de la Universidad de Windsor sugiere que la fuente probable del zumbido sean las operaciones de alto horno en las múltiples fábricas situadas en la isla Zug, en el río Detroit. Los activistas se quejaron de que la empresa United States Steel, que opera los hornos, ha sido poco cooperativa respecto al problema del zumbido.

H/T –Perú