Después de 64 años se ha resuelto el misterio de la niebla asesina de Londres, la cual mató a 12.000 personas, tras descubrir los procesos químicos que provocaron la mezcla mortal de niebla y polución.

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Una niebla mortal cubrió Londres durante cinco días, matando así a 12.000 personas en la capital británica, en 1952, incluso, aún es considerada el peor fenómeno de contaminación atmosférica en la historia europea.

Ya se sabía que muchas de las muertes se debieron a las emisiones del carbón, sin embargo, no se conocían los procesos químicos exactos que provocaron la mezcla mortal de niebla y polución. Pero, ahora, un grupo de científicos cree haber resuelto el misterio de la Gran Niebla de Londres.

La investigación realizada por Renyi Zhang, profesor de Ciencias Atmosféricas de la Universidad de Texas A&M, Estados Unidos, en conjunto con estudiantes y otros investigadores de distintas partes del mundo, da una luz al respecto.

Recordando la fecha, al principio los londinenses pensaron que era una niebla habitual, pero la situación empeoró en los días siguientes, cuando el cielo se oscureció y el frío obligó a quemar más carbón para mantener los sistemas de calefacción en funcionamiento, mientras que los humos de fábricas, vehículos y hogares se acumularon sobre la ciudad ante la ausencia de viento.

Tanto que el transporte se paralizó, la visibilidad de redujo y decenas de miles de personas tuvieron problemas para respirar. De hecho, cuando la niebla se disipó el 9 de diciembre, la cifra de fallecidos era de al menos 4.000 muertos y más de 150.000 personas fueron hospitalizadas. Recientes estudios británicos señalan que la cifra de víctimas mortales fue de alrededor de 12.000. También fallecieron miles de animales.

Desde hace tiempo se sabía que las emisiones de la combustión de carbón habían sido las causantes de tantas muertes, pero los procesos químicos que llevaron a la mezcla mortal de niebla y contaminación no han sido plenamente comprendidos. Sin embargo, tras la mencionada investigación, ya se cree haber encontrado las respuestas.

El profesor Zhang explicó que ya era conocido que el sulfato fue un gran contribuyente de la niebla y que se formaron partículas de ácido sulfúrico de dióxido de azufre liberado por la quema de carbón para uso residencial y plantas de energía, “pero la manera en que el dióxido de azufre se transformó en ácido sulfúrico no estaba clara. Nuestros resultados muestran que ese proceso fue facilitado por el dióxido de nitrógeno, otro producto de la combustión del carbón, y se produjo inicialmente en la niebla natural. Otro aspecto clave en la conversión del dióxido de azufre a sulfato es que éste produce partículas ácidas. La niebla natural contenía partículas más grandes de varias decenas de micrómetros de tamaño. La evaporación posterior de la niebla dejó partículas más pequeñas de ácidos que cubrieron la ciudad”, detalló.

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H/T – ABC