Al mentir hacemos movimientos involuntarios, desde una elevación de una ceja hasta una inclinación de la cabeza, que a veces hasta para el ojo mejor entrenado resultan imperceptibles. Pero los científicos han desarrollado un sistema de inteligencia artificial capaz de detectar mejor que un humano cuando las personas mienten.

Los investigadores esperan que su sistema pronto pueda ser utilizado en los tribunales para decir si las personas en el estrado dicen la verdad, pues puede detectar las microexpresiones que se generan cuando se está mintiendo. Aseguran que ya es «significativamente mejor» que los humanos a la hora de realizar esta tarea.

El sistema, conocido como Motor de análisis y razonamiento de engaño (DARE, por sus siglas en inglés), ha sido desarrollado por investigadores de la Universidad de Maryland y Dartmouth College.

El DARE fue diseñado para reconocer cinco microexpresiones que indican que alguien está mintiendo: frunciendo el ceño, levantando las cejas (como ven en la imagen superior), doblando las comisuras de los labios, sobresaliendo los labios y girando la cabeza hacia el lado.

 

 

 

 

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Después de ver 15 videos de las salas de audiencias, DARE fue probado para saber si alguien estaba mintiendo en un video final.

Los investigadores dijeron que DARE logró detectar el 92% de las expresiones, que los investigadores describen como un ‘buen desempeño en la tarea final de detección de engaño’.

Para comparar cuán efectivo era DARE, los expertos dieron la misma tarea a evaluadores humanos. Los resultados mostraron que el sistema de inteligencia artificial era mejor que los humanos para detectar a un mentiroso.

En su estudio, publicado en arXiv, los investigadores, dirigidos por el Dr. Zhe Wu, dijeron: «Nuestro sistema de visión, que utiliza características visuales de alto y bajo nivel, es significativamente mejor para predecir el engaño en comparación con los humanos (…) Cuando se proporciona información complementaria de audio y transcripciones, la predicción de engaño puede mejorarse aún más efectiva».

¿Cómo funciona?

El estudio incluyó 1.856 rostros de hombres chinos de entre 18 y 55 años, que fueron «controlados» para dar cuenta de «raza, sexo, edad y expresiones faciales».

Las imágenes se introdujeron en un algoritmo de aprendizaje automático, que utilizó cuatro métodos diferentes (clasificadores) para analizar las características faciales, para inferir la criminalidad.

Los investigadores escriben: «Los cuatro clasificadores funcionan de forma consistente y producen evidencia de la validez de la inferencia automatizada inducida por la cara sobre la criminalidad, a pesar de la controversia histórica que rodea el tema. Además, encontramos algunas características estructurales discriminantes para predecir la criminalidad, como la curvatura del labio, la distancia de la esquina interna del ojo y el llamado ángulo de la nariz-boca».

H/T – DailyMail