La misión AIDA tiene como objetivo cambiar la trayectoria de un asteroide en el espacio que amenace la integridad de nuestro planeta, por medio de la técnica de impacto cinético.

AIDA cuenta con dos naves independientes, la DART, de la NASA, y la AIM de la ESA, que tendrán como blanco a una pareja de asteroides llamada Didymos. Su objetivo principal será demostrar si estamos, o no, preparados para desviar de su trayectoria un asteroide en ruta de colisión contra la Tierra.

Las agencias espaciales europea y norteamericana, ESA y NASA, se han unido para llevar a cabo una misión sin precedentes en toda la historia espacial. Tras las siglas AIDA (Asteroid Impact and Deflection Assessment) se esconde, en efecto, el mejor plan de defensa planetaria ideado hasta la fecha para evitar el catastrófico impacto de una roca espacial contra nuestro planeta.

Se espera que AIDA reciba luz verde a finales de este año. Se trata de una carrera contra reloj, ya que Didymos no espera. En estos momentos, en efecto, los dos asteroides se dirigen a toda velocidad hacia nosotros, y en el año 2022 se encontrarán a solo 11 millones de km. de la Tierra. Será en ese, y solo en ese momento, cuando estén lo suficientemente cerca como para realizar la prueba, de modo que no hay ni un minuto que perder.

AIDA buscará demostrar y medir los efectos de un impacto directo contra un pequeño asteroide, y determinar si es suficiente como para desviarlo de su rumbo.

La prueba de impacto se llevará a cabo contra el miembro más pequeño de la pareja de asteroides, ya que su tamaño es el más habitual entre los asteroides que pueden suponer una amenaza para la Tierra.

De las dos naves, será la estadounidense DART la encargada de hacer impacto, y se estrellará contra la pequeña luna a una velocidad aproximada de 6 km. por segundo. Para no errar su objetivo, DART cuenta con una cámara y un sofisticado software autónomo de navegación. La colisión cambiará la velocidad de la pequeña luna en su órbita alrededor del cuerpo principal en apenas un 1%, justo lo necesario como para observar sus efectos con telescopios desde la Tierra. Y un porcentaje, además, lo suficiemtemente pequeño como para no provocar un involuntario cambio de trayectoria que pudiera hacer que la roca se dirija directamente hacia nosotros.

La segunda nave, la europea AIM, que llegará al asteroide unos meses antes que DART, utilizará su amplia gama de instrumentos científicos para estudiar primero todas y cada una de las características de ambos cuerpos, y observar después con todo detalle el impacto de su compañera de misión. AIM llevará a cabo el primer estudio «in situ» de un asteroide binario, proporcionará imágenes en alta resolución de las superficies de ambos cuerpos y medirá sus masas, densidades y formas.

Si todo sale como lo han planeado, la Agencia Espacial Europea lanzará AIM en Octubre de 2020, y llegará a Didymos en Mayo de 2022. La NASA, por su parte, lanzará DART en Diciembre de 2020 para interceptar al asteroide doble en Octubre de 2022, cuando Didymos esté solo a 11 millones de Km. de la Tierra y sea posible observarlo directamente con telescopios terrestres.

La industria está trabajando a un ritmo frenético para llegar a tiempo a la cita con el asteroide doble. Solo en Europa, más de 40 empresas de 15 estados diferentes llevan desde 2011 poniendo a punto todos y cada uno de los detalles de esta histórica misión.

¡Esperamos que funcione!

H/T – ABC