Sucedió en un complejo de apartamentos de lujo en Nueva York, donde exigieron una prueba de ADN de los perros que había en dichos domicilios.

La razón de se debe a que querían determinar si los canes podían llegar a tener tendencias agresivas según sus genes; debido a que existe una idea basada en que las conductas agresivas de determinadas razas vienen determinadas por sus genes.

Sin embargo, esta teoría que mucha gente da por cierto, es en realidad un mito, según lo descubrió la Dra. Rachel Gray de la Universidad de Bristol, a través de un estudio realizado a 4.000 canes.

Todo comenzó cuando Erin Brodwin, redactora de la web Business Insider, decidió realizar esta prueba a su perra Izzie, la cual no pertenece a ninguna raza en particular, lo que hace que sus orígenes sean más misteriosos. Los resultados que arrojó la prueba fueron sorprendentes.

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Cuando Izzie fue adoptada le dijeron a su dueña que era una mezcla de Golden Retriever, pero no creció mucho, así que siempre tuvieron la curiosidad por conocer qué tipo de mezcla llebava en sus genes.

Había varias opciones para las pruebas, pero Erin escogió una desarrollada por MARS Veterinaria, la cual después de tomada fue enviada al centro de análisis, donde sería comparado con el de 250 razas de perros, en base a 1.800 marcadores genéticos distintos.

Dos semanas después, Erin recibió los resultados y lo primero que vio fue esta imagen:

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Inmediatamente, Erin se preguntó:  ¿Chow Chow y Cocker? ¿Samoyedo y perros esquimales? ¿Todo eso está dentro de mi pequeño Golden Retriever?

Pero así resultó, increíble pero avalado por la prueba, y aunque Izzie no se parece en nada a un cocker spaniel, el resultado arrojó que el 38% de sus genes son de esa raza. Pero, aunque no se parezca físicamente, sí tiene comportamientos que se ajustan a esta raza.

Otra de las razas predominantes fue la Chow Chow, donde también se avaló los comportamientos característicos de esta raza en Izzie.

Además, tenía un 12,5% de un perro esquimal, lo que se puede notar en su hocico y sus ojos. Y, por último, tenía otro 12,5% del samoyedo, rasgos que se observan en la cola, hocico y ojos.

Así que Izzie, con su variada mezcla de razas, es realmente única: pequeña en estatura, pero grande en personalidad, dulce y amorosa.

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H/T – lavozdelmuro