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El tocilizumab y el sarilumab se usan para tratar la artritis reumatoide, una afección autoinmune, al inhibir los efectos de la interleucina IL-6.

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Las drogas contra la artitris tocilizumab y sarilumab reducen el riesgo de muerte y la necesidad de respiradores en enfermos de covid-19, según un análisis de casi 11.000 pacientes divulgado el martes.

El estudio fue publicado en la Revista de la Asociación Médica Estadounidense y llevó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a recomendar el uso de medicamentos, conocidos como inhibidores de IL-6, además de corticosteroides entre pacientes con covid grave o crítico.

Manu Shankar-Hari, principal autor del estudio, dijo que la investigación representó una “evidencia definitiva” en favor de esas drogas tras estudios que dieron resultados mixtos.

Entre pacientes de covid hospitalizados, administrar una de las drogas junto a corticosteroides redujo 17% el riesgo de muerte en comparación al uso de corticosteroides solamente.

En pacientes que no están siendo tratados con respiradores, el riesgo de morir o pasar a usar ventiladores, se redujo 21% en comparación al uso exclusivo de corticosteroides.

El tocilizumab y el sarilumab se usan para tratar la artritis reumatoide, una afección autoinmune, al inhibir los efectos de la interleucina IL-6, un tipo de proteína llamada citocina que le pide al cuerpo aumentar una respuesta inflamatoria.

Hasta ahora, la OMS sólo recomendaba un tratamiento para pacientes graves con dexametasona, un corticoesteroide, pero la publicación de los ensayos en Journal of the American Medical Association ha animado a la OMS a incluir esta nueva herramienta contra el coronavirus. Los tests evidencian que el tratamiento con interleucina-6, una glucoproteína segregada por determinadas células, reduce el riesgo de muerte en torno a un 4 % (un 17 % en pacientes con ventilación).

La OMS coordinó este estudio de 27 ensayos aleatorios con casi 11.000 pacientes en 28 países junto con el King´s College de Londres, la Universidad de Bristol, la University College de Londres y la fundación NHS de Guy y St Thomas.

La Organización Mundial de la Salud insistió en que dada la magnitud de la inequidad mundial en las vacunas, la población de los países de ingresos más bajos será las que corra un mayor riesgo de sufrir un COVID-19 grave o crítico y esas son las personas a las que estos medicamentos tendrán que llegar. “Si bien la ciencia ha funcionado, ahora debemos centrar nuestra atención en el acceso a ella”, concluyó en un comunicado la doctora líder en gestión clínica de emergencias sanitarias de la OMS, Janet Diaz.

H/T – Eluniverso