Recientemente el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó la Política Directiva Espacial-1, un documento que insta a la NASA a enfocar sus viajes fuera del planeta con la única intención de llegar con personas nuevamente a la Luna, descartando así -al menos en el corto plazo- misiones a Marte.

La última vez que el hombre alcanzó llegar a la luna fue hace 45 años de la mano de la misión Apollo 17. Sin embargo, con el paso de los años, el desarrollo de estas misiones se vio limitado, tanto por intenciones políticas como por la reducción de su presupuesto.

Durante la presidencia de Barack Obama, la NASA enfocó un nuevo plan que llevaría al hombre a Marte en algún momento de la década de 2030. Ahora, estos planes han sido descartados por Donald Trump.

Entre los nuevos planes está el nuevo Sistema de Lanzamiento Espacial de la NASA (SLS, por sus siglas en inglés) con su cápsula Orion, un viaje que estaba previsto (sin tripulación) para noviembre de 2018, fecha que debió ser retrasada por diversas complicaciones y que actualmente está agendada para 2021.

Aunque estos viajes estaban enfocados en llegar a la Luna, fueron pensados como prueba para una misión mucho más extensa que realizarían hasta el planeta rojo. Destino final que ahora se ve mucho más lejano, por lo que el SLS probablemente se termine utilizando para llegar solamente al satélite.

 

La agencia espacial actualmente sólo cuenta con el 0,47% del PIB para la construcción de hardware y la investigación necesaria para estos viajes. Y el panorama no hace más que disminuir, porque el presupuesto propuesto por la administración de Trump disminuye en 408 millones de dólares.

Por eso la importancia de la inversión de privados como Jeff Bezos y Elon Musk, entre otra compañías que se están dedicando a la construcción de cohetes que le permita al hombre explorar el universo.

Sin embargo, las ambiciones de Donald Trump no son las mismas que la de estos empresarios, porque tanto Blue Origin como SpaceX tienen como objetivo llegar a Marte tan pronto como la tecnología y la innovación lo permitan.

Donald Trump no entregó mayores detalles, durante la firma, sobre cómo se desarrollaría este plan para regresar a la Luna y «no sólo plantar nuestra bandera y dejar nuestra marca, sino que establecer el inicio» de una misión que eventualmente llegará a Marte.

El futuro que tomará la agencia aún debe resolverse y, con ello, la forma en que se reenfocarán los desarrollos como el SLS para que llegue a la Luna como un destino final.

H/T – Informe21