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Arqueólogos israelíes han descubierto en Jerusalén un opulento edificio donde probablemente miembros de la élite y dignatarios importantes eran recibidos en su camino para visitar el cercano Monte del Templo (la actual Explanada de las Mezquitas) hace unos 2.000 años.

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El edificio data del período del Segundo Templo de la historia judía y duró entre el 530 a. C. y el 70 d. C., antes de que los romanos destruyeran el lugar. En aquella época, Jerusalén era una ciudad en auge, llena de peregrinos y con una gran actividad contructora.

«Este es, sin duda, uno de los edificios públicos más magníficos del período del Segundo Templo que jamás se haya descubierto fuera de los muros del Monte del Templo en Jerusalén», afirmó Shlomit Weksler-Bdolach, director de excavaciones de la Autoridad de Antigüedades de Israel, a Jerusalem Post.

La grandiosa estructura pronto será parte del itinerario de los Túneles del Muro de las Lamentaciones, que ofrecerá a los visitantes un vistazo a la vida durante aquel período.

Mordejai Soli Eliav, presidente de la Western Wall Heritage Foundation, señaló que «los visitantes verán hallazgos fascinantes y caminarán por primera vez a lo largo de toda la ruta entre los restos del período del Segundo Templo, que ilustran la complejidad de la vida judía en Jerusalén entre los periodos asmoneo y romano».

El edificio contaba con dos habitaciones decoradas con columnas con capiteles corintios y amuebladas con divanes de madera donde los visitantes podían descansar, beber y comer. Otra cámara contenía una suntuosa fuente con agua corriente. «Los muebles no sobrevivieron, pero aún podemos ver su huella en las paredes», detalló Weksler-Bdolach.

Parte de esta construcción fue descubierta por primera vez en el siglo XIX durante un trabajo realizado por el arqueólogo británico Charles Warren, quien llegó al techo de una de las cámaras. «La estructura estaba completamente llena de tierra, pero con solo ver las partes más altas de las paredes, entendió que era un edificio prominente», comentó aquel hallazgo Weksler-Bdolach.

Ahora, los investigadores pudieron llegar al piso y recolectar cerámica, monedas, así como muestras orgánicas para la datación por carbono-14, lo que les «permitió entender cuándo comenzaron las obras de construcción», agregó el experto.

H/T – Actualidad