Rodrigo Alves, un hombre brasileño de 32 años de edad, se sometió a más de 40 operaciones con el propósito de parecerse a “Ken”, el novio de la muñeca Barbie, sin embargo, una infección casi lo deja sin nariz.

«Merezco una medalla por todo este trabajo. Valió la pena todo el dolor para alcanzar la perfección», declaró el “ken humano” al diario británico The Mirror. Además, Alves ha gastado más de 300.000 euros en implantes y cirugías con el fin de cumplir su sueño de lucir como el novio de la Barbie.

Sin embargo, algo salió mal. En abril, Aves cerró sus cuentas en las redes sociales y, de repente, dejó de mostrarse en público, por lo que sus más de 70.500 seguidores en Instagram estaban preocupados, pero recientemente ya apareció.

Sucedió que una de las operaciones en su rostro le produjo una infección y que por poco pierde la nariz; además, luego de la cirugía sufrió problemas respiratorios y le aparecieron agujeros a uno de los costados de las fosas nasales. Experiencia que lo llevó a asegurar que ya no volverá a pasar por el bisturí.

Pues, no es la primera vez que pone en riesgo su vida, ya que hace tres años sufrió otra infección después de una operación para aumentar sus bíceps, la cual tuvo como consecuencia que perdiera la sensibilidad en sus brazos. No obstante, sus ganas de seguir pareciéndose a Ken pudieron más.

«Me he preguntado si voy a morir en una sala de operaciones, pero también me he preguntado si voy a morir al cruzar una carretera», aseguró Aves, quien cree que su aspecto natural es un error: «Nací en el cuerpo equivocado. Mi alma nunca estuvo emparejada con el resto de mí. Pero ahora sí», afirmó.

Pero es que detrás de toda esta silicona se esconde una historia triste: «A los siete años me enviaron a un internado. Los niños me empujaban por las escaleras y metían mi cara dentro de un urinario. Tenía pechos como las mujeres y estaba gordo, feo y deprimido. Solo quería ser aceptado por la sociedad y conseguir acercarme al ideal de belleza brasileño», explicó.

Así que Alves asegura hoy ser feliz y avala que las cirugías le dieron lo que necesitaba, atención: «La gente quiere fotos conmigo y me tocan. Me gusta la atención. Algunos incluso me piden consejos de belleza para lucir mejor».

H/T – sputnick