En un bosque de Connecticut, en Estados Unidos, han encontrado un sapo saltando tranqulamente, pero con una particularidad: no tenía cabeza.

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Este sapo, un ejemplar adulto totalmente desarrollado, tiene cuerpo y piernas sanas, sin embargo le faltan los ojos, la nariz, las mandíbulas y la lengua. Sí, en vez de una cara, tiene solo un muñón cubierto por un tejido suave y una pequeña apertura donde solía estar la boca, segun la herpetóloga Jill Fleming de la Universidad de Massachusetts.

Fleming detectó a la infortunada criatura, un sapo americano (Anaxyrus americanus), en abril de 2016 en un bosque estatal de Connecticut, donde estaba haciendo investigaciones sobre tritones rojos con manchas rojas. “Nos sentamos en un tronco para funcionar las muestras, y el sapo siguió saltando en nuestros pies. Cuando miramos de cerca, nos dimos cuenta de que no tenía cara“, aclara Fleming.

La herpetóloga tuiteó una foto del sapo sin rostro el 27 de febrero, invitando a sus colegas herpetólogos a considerar qué pudo haber causado esta condición altamente inusual del animal.

Las fotografias y el vídeo del sapo no mostraban señales de una herida donde presumiblemente estuvo su cara una vez. Sin embargo, Fleming aclaró que esta condición posiblemente no sea el efecto de una mutación genética, ya que el sapo carecía de la anatomía necesaria para alimentarse y no podría haber llegado a la edad adulta sin poder cazar.

Y entonces, cuál es el misterio?

De acuerdo a la experta, es posible que se haya lesionado y después lograra sanarse durante la contusión. Un factible culpable podría haber sido la infección de larvas de moscas del sapo carnívoras (Lucilia bufonivora), que consumen los tejidos blandos de los sapos y debilitan sus frágiles huesos, sugirió la veterinaria de vida silvestre Lydia Franklinos en un tweet. Y es que estas larvas nacen sobre la piel de su huésped, muy cerca de los orificios nasales, a los que se dirigen tras eclosionar, penetrando y devorando al anfibio por dentro.

Los sapos pueden infestarse con estos parásitos cuando una mosca adulta pone sus huevos en sus fosas nasales u ojos, y el desenlace es una muerte horrenda.

“Verás extensos daños en la cara del sapo de 48 a 72 horas después de que los huevos hayan eclosionado”, comentó en otro tuit la veterinaria salvaje Lydia Franklinos.

El resto del cuerpo del sapo parasitado puede esperar relativamente saludable. Eso es porque el tejido facial se destruye tan veloz que el animal todavía no ha tenido tiempo de crear signos de desnutrición.

H/T – Hoyfrases