El cráneo y la mandíbula de un oso gigante que data de fines del Pleistoceno fue descubierto en un yacimiento paleontológico ubicado al noroeste de la provincia de Buenos Aires, Argentina.

«Encontrar un carnívoro ya es un hallazgo extraordinario porque siempre están en menor número en los ecosistemas. Y dentro de los carnívoros, los osos no son formas que se encuentran frecuentemente, y menos un cráneo completo con mandíbula como se halló ahora en Junín (270 km al noroeste)», explicó el paleontólogo Leopoldo Soibelzon, investigador del Museo de La Plata.

El especialista aseguró que el hallazgo de un cráneo completo con mandíbula es sumamente importante porque «lo más frecuente es encontrar un diente, un canino, una falange, un pedazo de hueso largo».

Se trata de un oso perteneciente al género de Arectotherium, según detalla un comunicado de la Agencia de Divulgación Científica de la estatal Universidad de la Matanza.

«Este material de Junín corresponde seguramente al Pleistoceno tardío, con una antigüedad que no supera los 120.000 años, mientras que los osos gigantes de mayor tamaño existieron en América del Sur durante el Pleistoceno temprano, hace un millón de años atrás», explicó el paleontólogo.

El ejemplar más grande de oso del que se tiene conocimiento pertenece a la especie Arctotherium angustidens, un carnívoro-omnívoro que vivió hace 780.000 años y fue descubierto en la ciudad argentina de La Plata (60 km al sur), según el comunicado.

Si bien desde mediados del Pleistoceno, los osos fueron disminuyendo de tamaño, «en comparación al tamaño de los osos actuales, este ejemplar de Junín también era gigantesco», sostuvo Soibelzon.

H/T – Informe21