Los núcleos de hielo ofrecen una ventana espectacular a la historia del clima de la Tierra, y uno de ellos fue hallado en la Antártida luego de un millón de años.

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Las capas de hielo de estos núcleos revelan temperaturas pasadas, y los gases atrapados en burbujas exponen la composición atmosférica del pasado.

El núcleo de hielo continuo más antiguo hasta ahora proviene del Domo C en la Antártida Oriental y se remonta a 800.000 años atrás. Ahora, un estudio colaborativo entre la Universidad de Washington y la Universidad de Maine (EE. UU.) ofrece una pista tentadora para retroceder aún más tras la identificación de un lugar donde podría conservarse un núcleo de hielo intacto de un millón de años de antigüedad.

Este hielo, enterrado en lugares increíblemente congelados, suele confundirse con tierras baldías, pero si se extraen núcleos de hielos ocultos y profundos desde estas latitudes extremas, podemos aprender casi cualquier cosa: desde los trabajadores metalúrgicos vencidos por la Peste Negra, al ascenso y caída del Imperio Romano; o incluso el suministro de oxígeno de nuestro planeta.

Lo curioso es que este núcleo de hielo recién descubierto en las profundidades heladas de las Colinas de Allan (Allan Hills) en la Antártida, no se parece a ninguna de estas lecciones congeladas de la historia terrestre.

«Hay un fuerte deseo de retrasar la fecha del registro de hielo más antiguo, para comprender mejor qué impulsa los cambios climáticos naturales», comenta la geóloga polar Laura Kehrl de la Universidad de Washington a la revista Geophysical Research Letters que publica el trabajo.

«Allan Hills ha sido un área de interés desde la década de 1970, cuando los científicos comenzaron a encontrar meteoritos lunares y marcianos que habían golpeado la Tierra hace mucho tiempo. Ahora estamos descubriendo su potencial para un hielo más antiguo», dijo Kehrl.

Las colinas de Allan se encuentran dentro de una región llamada Montañas Transantárticas (entre el cabo Adare y la Tierra de Coats) cuya topografía empinada e irregular hizo pensar durante mucho tiempo que era demasiado inestable como para contener hielo profundo y antiguo de este tipo.

Al menos, así fue hasta el año pasado, cuando un estudio separado realizado por investigadores de la Universidad de Princeton (EE. UU.) encontró un fragmento aislado de hielo de 2,7 millones de años de antigüedad bajo las colinas de Allan.

Desafortunadamente, debido a que ese fragmento roto se separó del resto de su línea de tiempo helada, hay un límite de cuánto puede decirnos sobre las condiciones ambientales de la Tierra. Pero el descubrimiento, sin embargo, mostró que Allan Hills podría ser un territorio fértil para las columnas de hielo continuas de un millón de años.

Para investigarlo, los expertos establecieron un campamento remoto en Allan Hills a 1.950 metros sobre el nivel del mar, y utilizaron máquinas de nieve para arrastrar el radar de penetración de hielo sobre la superficie escarchada y azulada. Las señales de radar rebotan en capas de hielo ocultas debajo de la superficie, revelando diferencias en aspectos relativos a la química del hielo y la densidad.

Utilizando esta técnica -y un modelado informático para simular el flujo de glaciares en el área-, los científicos afirman haber identificado la ubicación probable de donde puede situarse un núcleo de hielo de un millón de años bajo las colinas de Allan, a unos 5 kilómetros de distancia de donde se descubrió el fragmento de hielo de 2,7 millones de años.

Los científicos han solicitado permiso a la National Science Foundation para perforar en la zona propuesta y si se aprueba, podríamos toparnos con un núcleo continuo, sin precedentes, de una edad y composición incomparables.

H/T- MuyInteresante